La organización Save the Children ha entrevistado a más de 470 menores y jóvenes de toda Cisjordania que han sido detenidos durante los últimos diez años para conocer cómo se les trata dentro de las prisiones.
Los resultados la investigación reflejan que el 80% sufrieron palizas, agresiones verbales y cacheos desnudos y que casi nueve de cada diez no recibieron una atención médica adecuada, incluso cuando lo solicitaron expresamente. Asimismo, casi la mitad de ellos -el 47%- señalaron que no pudieron contar con la asistencia de un abogado y a más de la mitad les amenazaron con agredir a sus familias.
“La mayoría de los niños y las niñas detenidos fueron sacados de sus hogares por la noche, con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda. Muchos de estos menores afirman que en ningún momento se les informó de por qué los arrestaban ni adónde iban”- alertó la ONG.
Otros declaran que durante los interrogatorios sufrieron agresiones físicas y no tuvieron acceso a comida, a agua potable o a un aseo.
Entre los testimonios que recoge el estudio de Save the Children se encentra el de Amina, una menor de 15 años: “destrozaron la puerta de mi casa, entraron en mi habitación, me taparon la cara con una bolsa y me llevaron”. Una vez detenida, “no te sientes como un ser humano en ese lugar. Nos trataron como animales”.
La ONG destacó que, cada año, las autoridades israelíes detienen a cientos de menores palestinos y que estos niños y niñas describen la experiencia como «torturadora», «deshumanizante», «humillante» y «aterradora».
“La infancia palestina es la única en el mundo que es enjuiciada sistemáticamente a través de un procedimiento militar en lugar de civil” y “el cargo más común que se les atribuye es tirar una piedra, delito por el que la pena máxima es de 20 años de prisión”- recoge el informe.
Fátima, otra joven de 14 años, cuenta que le detuvieron cerca de un control militar. “Registraron mi mochila y me hablaron en hebreo, un idioma que no entiendo. Al final me esposaron, me tiraron al suelo y me pisaron la espalda”- recuerda.
Issa, otra adolescente, también fue arrestada y relata que, en el momento del interrogatorio, “me gritaron y me pusieron una pistola en la mesa, delante de mí, para asustarme”. “La prisión era un lugar horrible. Hacían sonar las alarmas a medianoche, a las tres y las seis de la madrugada para que nunca pudiéramos dormir mucho tiempo”, denuncia.
La investigación de Save the Children también revela que la mitad de los niños y las niñas detenidos estuvieron solos en aislamiento, a veces durante varias semanas, y que muchos no pudieron ver a sus familias en todo el proceso. En algunos casos, incluso les hicieron creer que sus familias los habían abandonado.
“Ningún niño o niña debería experimentar tanta crueldad a manos de aquellas personas que están destinadas a protegerles. La infancia debe ser tratada ante todo como lo que es, con todas las protecciones especiales que esto conlleva”, advirtió el director regional de la ONG para el Medio Oriente, Jeremy Stoner.
Save the Children exige a Israel que respete el derecho internacional y ponga fin a las detenciones y al maltrato de niños y niñas bajo la ley militar. También apela a España para que “condene públicamente el trato inhumano sobre la infancia palestina con la misma contundencia que cuando Israel ha intentado anexionarse territorios de Cisjordania”.
Publicado originalmente en canarias-semanal.org