Cientos de migrantes se encuentran caminando desde Ixtepec, Oaxaca, con dirección a la Ciudad de México, en el ya conocido “viacrucis del migrante”, después de que el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Policía Federal (PF) tuvieran rodeado el albergue Hermanos en el Camino, fundado por el sacerdote Alejandro Solalinde, lo que les impedía iniciar la marcha.

Funcionarios del INM y policías fueron trasladados a la carretera Juchitán-Espinal, por donde pasará el viacrucis y alertaron que no permitirán el paso de los migrantes que no cuenten con documentación para transitar por México y serán llevados a una estación migratoria para definir su situación.

Los migrantes, en su mayoría centroamericanos, decidieron emprender la marcha a pie hasta la capital federal, debido a que el INM amenazó a los conductores de los autobuses con acusarlos de tráfico ilegal de personas.

Cada año cientos de migrantes realizan el llamado “Viacrucis del Migrante”, la caravana recorre algunos de los trayectos más peligrosos para los migrantes en México hacia Estados Unidos. En el recorrido se representa las vivencias, peligros y violación a los derechos de los migrantes.

El viacrucis, encabezado por el sacerdote Alejandro Solalinde, fundador del albergue, pretendía llegar a la Ciudad de México, para denunciar la violencia que ha generado el programa gubernamental Plan Frontera Sur, pero un cerco policíaco impidió la salida de los migrantes.

Organizaciones y defensores de las personas migrantes en México han denunciado que desde la implementación del Plan Frontera Sur, se ha incrementado las agresiones a los migrantes que transitan por el territorio nacional para llegar a Estados Unidos, huyendo de la violencia y extrema pobreza en países de Centroamérica.

Además, las casas de refugio en México manifestaron que con el incremento de los operativos del INM, los albergues están en constante vigilancia por agentes, quienes los interrogan sobre otras rutas que utilizan los migrantes y así emprender la captura de los migrantes.

El Plan Frontera Sur, anunciado por el presidente de México Enrique Peña Nieto, fue presentado en agosto del año pasado con el objetivo de proteger a los migrantes en tránsito por el país a partir de la militarización de las vías del tren y las rutas que utilizan los migrantes.

A casi ocho meses de la implementación del plan, organizaciones sociales denunciaron exceso de la fuerza policiaca y asesinatos de migrantes a manos de agentes de migración y la policía.