En Asamblea, el pueblo del ejido de Tila, en Chiapas, decidió comenzar sus trabajarse para atribuirse su autonomía como pueblo indígena. Lo primero sería la limpieza.

A las 11:30 de la mañana del domingo 20, un director de la policía municipal que no ha podido ser identificado, le disparó a uno de los ejidatarios, lesionándolo en el pecho y quiso apoderarse del taxi que manejaba.

“Quiso huir despojando al conductor que estaba estacionado en el sitio de taxis de la calle Abasolo, junto a la casa del actual secretario municipal, Moisés Alberto Cornelio Trujillo”, explicaron los comunitarios en un comunicado emitido esa tarde.

“Reprobamos estas agresiones por parte del ayuntamiento de Tila puesto que nosotros no estamos provocando ni insultando a nadie. Nosotros respetamos a la gente en tanto que la policía municipal entra y sale en todo momento de nuestro ejido, cuando ya nada tiene que hacer aquí”

Los ejidatarios denuncian que han visto patrullar a encapuchados paramilitares por la zona, que buscan intimidar el proceso autónomo iniciado por esa comunidad.

La Asamblea de ejidatarios de Tila acordó demoler el palacio municipal contruido sin permiso de la Asamblea General “porque es el origen de todas las injusticias, discriminación y hostigamiento y constante despojo de las 130 hectáreas de nuestra tierra ancestral para el fundo legal, buscando destruir nuestra colectividad.”

Ante la escalada de violencia que puede venir a partir de este suceso, los Chol responsabilizan públicamente al actual presidente municipal de la zona, Edgar Leopoldo Gomez Gutierrez, “de todo lo que pueda suceder dentro y fuera del Ejido Tila, ya que está organizando y reactivando a los paramilitares de su servicio de otros ejidos para agredirnos. Nosotros también queremos vivir en paz.”

El Congreso Nacional indígena también se pronunció ante “la tormenta que se viene”.

“Las hermanas y hermanos ch’oles del Ejido Tila han sido insistentes en denunciar y señalar la historia de desprecio, represión y despojo a la que se han enfrentado por parte del ayuntamiento y el gobierno del estado. Buscan cambiar el régimen colectivo de la tierra del poblado de Tila, que es el corazón del territorio ejidal, para imponer la forma de vida capitalista y paramilitar, porque es controlado por Paz y Justicia, grupo paramilitar”.

Desde la CNI alertan que existe una deuda de Justicia pendiente en Tila por las muertes que han generado con la contrainsurgencia paramilitar en esa región.

“El pueblo ch’ol del Ejido Tila, como lo están haciendo otros pueblos, tomó su propia determinación de recuperar lo que por derecho les corresponde. Por eso hacemos un llamado a todos los compañeros y compañeras a solidarizarse con esta acción realizada por parte de nuestros hermanos y hermanas ch’oles para recuperar su autonomía ejidal.”

Lo preocupante es la vuelta de los paramilitares a la zona y la respuesta que pueda darse desde las fuerzas represivas ante la construcción de la autonomía del pueblo ch’ol.

“Exigimos el respeto a la autonomía del pueblo ch’ol de Tila, como seguiremos exigiendo el respeto al territorio y autonomía de los pueblos de México, que la Hidra Capitalista quiere arrebatarnos”, sostuvieron.

Por su parte, los ejidatarios de Tila también se solidarizaron con otros dos pueblos indígenas en lucha. Por un lado, con el pueblo de Santa María Ostula, en pie por la defensa de su territorio y la libertad del líder de la policía comunitaria, Cemeí Verdía; También con los integrantes de La Semilla Digna, de San Isidro de los Laureles, Venustiano Carranza, Chiapas, que también iniciaron la recuperación de sus tierras y territorios en la mañana del domingo 20 de diciembre.

Los comunitarios de La Semilla Digna decidieron recuperar alrededor de 165 hectáreas de varios predios: el Predio “Tres Picos” (propiedad de Octovín Albores, propietario de 30 hectáreas), “Las Delicias” (propiedad de Francisco Javier Ruíz, propietario de 60 hectáreas) y la Finca “El Refugio” (propiedad de Rodrigo Ruíz, propietario de 75 hectáreas). Todos ellos, eran también propietarios de la suma de aproximadamente 85 hectáreas en total, que parcelaron y vendieron.