Tijuana, BC. Jóvenes nacidos en Estados Unidos, hijos de migrantes mexicanos, identificados por autoridades y activistas como dreamers (“soñadores”) cruzaron a pie uno de los puertos fronterizos de Tijuana para pedir asilo político al gobierno del país vecino.

El lunes pasado, otro grupo de 35 jóvenes vestidos con birrete y túnica, aparentando ser recién graduados, pasaron por la misma garita llevando bajo el brazo sus documentos oficiales de escuelas de California, para comprobar que hicieron su vida estudiantil en Estados Unidos. En esa ocasión, tras solicitar asilo político y visas humanitarias, el grupo de jóvenes, sus padres y sus hermanos fueron detenidos por autoridades estadunidenses, mientras las autoridades aduanales procesan las peticiones.

El segundo grupo, que cruzó este jueves al mediodía, estuvo compuesto de 14 padres, algunos de ellos con niños menores en brazos, y dos jóvenes mexicoamericanos. Con el contingente que se dirigía hacia la línea fronteriza avanzó la activista Elvira Arellano, quien gritó para animar a migrantes deportados: “Sin papeles, sin miedo”.

Elvira fue deportada en septiembre de 2007 y separada temporalmente de su hijo, entonces de ocho años, luego de que se refugió en una iglesia de Chicago para evitar ser detenida por la Patrulla Fronteriza; sin embargo, fue arrestada y deportada por el gobierno estadunidense.

Como en esta ocasión, Arellano ha participado en manifestaciones junto con otros activistas y líderes sociales de ambos lados de la frontera, para convocar a los connacionales a mantener una actitud crítica sobre la política antinmigrante de Estados Unidos y exigirle una reforma migratoria.

Uno de los padres que pidió asilo político es Lorenzo Rodríguez Chávez, quien intenta ingresar a Estados Unidos por segunda vez. La primera lo hizo hace años, de manera indocumentada. Rodríguez Chávez, originario de Guerrero, dijo que dejó su estado natal por la violencia y la pobreza que en ella se padece, y ahora lo hace en compañía de dos de sus tres hijas, ambas menores de edad, mientras que la tercera vive en California y trabaja en el Ejército estadunidense.

En un comunicado, la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes informó que busca repetir los cruces de familias y dreamers, con la intención de impulsar la petición de asilo político de 146 personas.

“Estos dreamers y sus padres están empezando el largo y difícil proceso de tratar de reunirse con sus familias, nadie debe ser obligado a permanecer lejos de sus hijos y nadie debe ser forzado a vivir en un país que apenas recuerda”, se advirtió en el texto.