En un momento en que Sudáfrica está de luto por el fallecimiento del amado icono del país de la lucha por la libertad Winnie Madikizela-Mandela, el mundo está sumido en una manifestación más de la brutalidad de Israel. A la luz de las cámaras del mundo, las «Fuerzas de Defensa» de Israel han derribado a los manifestantes palestinos en la Franja de Gaza. . Con hombres, mujeres y niños asesinados a sangre fría, recordamos las cruentas masacres perpetradas en Sudáfrica durante los oscuros días del apartheid.

Ya fuera Sharpeville o Boipatong, los crueles asesinatos fueron tan despiadados bajo el apartheid sudafricano como los en curso horrores que enfrentan los palestinos que anhelan la libertad personificada en las luchas de Winnie Madikizela-Mandela. Al reflexionar sobre la vida de Mama Winnie, los paralelismos con jóvenes palestinos como Ahed Tamimi, que enfrentan un futuro tortuoso bajo la bota del apartheid israelí, no pueden ni deben evitarse.

En su homenaje a la lucha por la libertad de la Madre de Sudáfrica, Chris Barron escribió: «En su hora más oscura, cuando el gigante del apartheid parecía incontestable y sus líderes estaban en vida o en el exilio, ella era el símbolo del desafío». Ella era realmente un gigante que ha inspirado movimientos de liberación en África, Asia, Medio Oriente, Europa y las Américas. Ahed Tamimi y los valientes palestinos que se atreven a desafiar a Israel están cortados de la misma tela de resistencia.

Cuando muestran las sangrientas imágenes de los manifestantes siendo perseguidos como animales salvajes se enfrentan a la conciencia colectiva de la humanidad, se vuelve a llamar la atención sobre la sangrienta historia del régimen sionista. Es una era marcada por la limpieza étnica deliberada de Palestina de su población indígena y la imposición enérgica de un «hogar nacional para el pueblo judío» llamado Israel.

El académico y activista Mazen Qumsiyeh recuerda que se cometieron docenas de masacres durante el periodo previo y posterior a la creación de Israel: «534 pueblos y ciudades fueron despoblados en un extraño intento del siglo XX de transformar una Palestina multicultural / multirreligiosa en ‘el estado judío de Israel ‘. «Uno de estos pueblos fue Deir Yassin. El horror que experimentaron sus habitantes durante abril de 1948 fue espantoso y aterrador: «Un muchacho fue atado a un árbol y prendido fuego. Una mujer y un anciano recibieron disparos en su espalda. Las niñas fueron alineadas contra una pared y se les disparó con una metralleta. Los testimonios recogidos por el cineasta Neta Shoshani sobre la masacre en Deir Yassin son difíciles de procesar incluso 70 años después del hecho «, escribió Ofer Aderet en Haaretz.

Setenta años después, los palestinos están siendo masacrados. Una aparentemente interminable proceso está dirigido a los hijos de la tierra. Es un proceso caracterizado por la matanza de inocentes cuyo único delito es que son palestinos.

La acción de protesta de Gaza apodada “La Gran Marcha del Retorno” tiene su génesis en el pecado original del sionismo, la despoblación de Palestina y el despojo de su pueblo. Narra la historia de las personas que una vez disfrutaron de toda su tierra, pero que hoy están confinadas en prisiones al aire libre, aisladas del mundo exterior, sitiadas y enfrentando una muerte brutal por desear vivir como seres humanos libres.

Gaza incluso está aislada del resto de Palestina, con un asedio despiadado impuesto por el apartheid israelí durante los últimos 11 años; los palestinos en el territorio están enfrentando un lento genocidio. Además, aunque la comunidad internacional, especialmente sus vecinos árabes Egipto, Jordania y Arabia Saudita, han conspirado con Israel para castigar a los palestinos por negarse a negar su derecho a vivir como personas libres que disfrutan de honor y dignidad; finalmente, sin embargo, Gaza ha dicho que ya es suficiente.

Miles de manifestantes han adoptado una campaña pacífica de desafío anclada en su derecho legítimo de retorno. Los asesinos del ejército israelí han recurrido a su elección preferida de acción: la masacre. Hasta la fecha, los francotiradores israelíes han asesinado a decenas de palestinos e hirieron a cientos más, recordemos, manifestantes pacíficos. A pesar de la respuesta brutal del gobierno de Benjamin Netanyahu, oleadas y ola de palestinos siguen dispuestos a hacer el sacrificio supremo para alcanzar su libertad. Entre el espantoso legado de Deir Yassin y las actuales masacres, la resistencia palestina se encuentra en su punto más alto.

Fuente: From Deir Yassin to the Great Return March, Palestinians have been massacred

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