Foto: La Jornada Guerrero

Ciudad de México | Desinformémonos. Gonzalo Molina, vocero y promotor de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) de Tixtla, Guerrero, se encuentra desaparecido desde las 22 horas del martes, al igual que tres de sus familiares, informaron su esposa y el Comité por la Libertad de los Presos Políticos del Estado de Guerrero.

Molina, quien apenas el 28 de febrero pasado recuperó su libertad tras haber sido injustamente acusado de secuestro, robo y terrorismo, había denunciado las amenazas que recibía por parte de la delincuencia organizada, por lo que se trasladó a la Ciudad de México para exigir medidas de protección ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Subsecretaria de Derechos Humanos Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, señaló el Comité.

“Denunciamos la negación del apoyo que ayer mismo se solicitó a la representación de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal al finalizar el mitin por los 43, por lo que hacemos co-responsables a Claudia Sheinbaum y a Nashieli Ramírez Hernández, titular de la citada Comisión, de lo que pudiera haberle ocurrido a los compañeros”, señaló el Comité.

El pasado lunes, tras participar en un conversatorio en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en las mismas instalaciones de la universidad fue víctima de intento de secuestro, y el martes durante la marcha recibió amenazas del grupo delictivo Los Viagras y fueron identificados dos sujetos que le tomaban fotografías a él y al lugar donde pasaría la noche.

Los compañeros de Molina decidieron trasladarlo a él y a sus familiares a otro lugar en donde tuvieran acompañamiento y contrataron un servicio de taxi para monitorear el vehículo, sin embargo, a cinco cuadras antes del punto solicitado, la aplicación de taxis dio por terminado el viaje alrededor de Martín Carrera y desde entonces, a las 22 horas, no se sabe nada sobre Molina y su familia.

Ante ello, el Comité exigió al presidente Andrés Manuel López Obrador y otras instancias de gobierno y derechos humanos la localización y presentación con vida de Molina y sus familiares, así como los responsabilizaron de “cualquier afectación a su integridad física y psicológica, toda vez que fallaron en el otorgamiento efectivo de las medidas cautelares que ofrecieron”.