Organizaciones civiles denunciaron la agresión de un grupo civil armado en contra de la población del municipio de Oxchuc, Chiapas, el día 24 de enero. Aproximadamente a las 11:00 de la mañana, comenzaron a escucharse disparos en algunas comunidades y en la cabecera municipal, indicaron.
Este 26 de enero Ovidio López Sántiz, Francisco Méndez López, y Víctor Sántiz Gómez, fueron presentados en sus féretros ante unos cinco mil indígenas que se dieron cita en la plaza central de Oxchuc. Permanecen hospitalizados Bonifacio López Gómez, de 28 años; Edgar Yovani Sántiz Gómez, de 24; Romeo Gómez López, de 35; Juan Gabriel Méndez López, de 35 años; Amílcar Sántiz Gómez, de 27 años; César Sántiz Gómez, de 29; Beltrán Sántiz Gómez, de 26, y Mario Sántiz Méndez, de 25 años.
En una acción urgente organizaciones de la sociedad civil explicaron que este problema en el pueblo tzeltal deriva de conflictos post electorales no resueltos desde el 2015, a partir de esta fecha han ocurrido varios actos de violencia y enfrentamientos con la aquiescencia del Gobierno de Chiapas, afectando a toda la población del municipio, que en su mayoría se encuentra conformada por mujeres, niñas y niños, quienes ante los rumores de mayores actos de violencia, se encuentren aterrorizadas y resguardadas en sus casas.
Cabe señalar que este ataque se da en el marco de una acción popular, en la que la comunidad se estaba organizando para reaperturar el entierro sanitario que simpatizantes de la presidenta municipal María Gloria Sánchez habían clausurado, añaden las y los defensores de derechos humanos.
“Nos preocupa que esta situación sea usada como excusa para justificar una irrupción y represión, que rompa el proceso organizativo de las comunidades que reivindican su autonomía y libre autodeterminación, por parte de los tres niveles de gobierno en el territorio indígena de Oxchuc, violando los derechos humanos de la población indígena tseltal que ocupa dicho municipio”, comparten el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, Melel Xojobal y Semillas del Sur, por lo que hacen un llamado a la solidaridad nacional e internacional para que se pronuncien y exijan al Estado Mexicano garantizar la vida, libertad, seguridad e integridad de la población afectada en Oxchuc, Chiapas.
“A nosotros no nos importa si no son zapatistas. Son nuestros hermanos. Son indígenas y es parte de nuestro pueblo originario, de nuestra raza originaria, los que se mataron. No nos da gusto que se maten entre indígenas, aunque sean de partidos políticos o de lo que sea. No nos da gusto que se presente como “salvajes” a indígenas y que sean los verdaderos salvajes criminales gobiernos y partidistas los que así dicen y con sus prensas de paga bien obedientes”, afirmaba el EZLN, sobre los asesinatos ocurridos en San Juan Chamula, el 23 de julio de 2016. “Lo que nos importa es quién quiso que así pasara, quién lo planeó”, abundaban los rebeldes chiapanecos.
“Todo lo malo que nos pasa en nuestras comunidades, pueblos, colonias, parajes, SIEMPRE ES PORQUE AHÍ ESTÁN METIDOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS”, evidenciaba el EZLN, en un comunicado el 30 de julio de 2016. “Claro les decimos. No somos mierda de los de arriba, para que nos traten así. Somos humanos de sangre, hueso y carne como ellas y ellos. De color no somos igual, pero de ser vivo sí”, comunicaban los indígenas alzados en armas en 1994.
Otro lamentable caso durante la administración de Velasco Coello, es el asesinato del maestro zapatista Galeano, muerto el 2 de mayo de 2014, en La Realidad Chiapas, por integrantes de la Cioac Histórica, como lo denunció en su momento el EZLN. “El maestro zapatista Galeano no murió en un enfrentamiento. Fue secuestrado, torturado, desangrado, apaleado, macheteado, asesinado y rematado. Sus agresores tenían armas de fuego, él no”, explicaron los insurgentes chiapanecos.
Publicado originalmente en Pozol Colectivo
