Ciudad de México | Desinformémonos. La organización Survival International denunció “una nueva carretera de muerte” que dividirá en dos la tierra de varios pueblos indígenas aislados en el corazón de la Frontera amazónica de los no contactados, bajo la promoción de un “polémico” cura italiano.

“Está previsto que el Congreso peruano apruebe pronto la carretera, que atravesará 270 km de una de las regiones más biodiversas y frágiles de la Amazonia”, señaló la organización.

El cura católico es Miguel Piovesan, quien desde hace años respalda el proyecto por considerar a los pueblos indígenas de la región como “prehistóricos”.

En 2012 el Congreso peruano rechazó la carretera, pero su construcción prosiguió de forma ilegal y ahora el proyecto ha vuelto a ser propuesto por el congresista Carlos Tubino, del partido político Fuerza Popular, explica Survival International.

Emilio Montes, presidente de la organización indígena FECONAPU, establecida en Puerto Esperanza, declaró: “Sobre la carretera no aceptamos ese tipo de proyectos, los rechazamos tajantemente. A los indígenas no benefician, sino más bien a los madereros, mineros y petroleros ilegales y también a los narcotráficos. Atenta contra la vida de nuestros hermanos aislados, como los mashco-piros. [Suponen la] depredación de nuestros recursos naturales como flora y fauna. Más bien que nos respeten nuestro territorio ancestral (…) para nuestro futuro de nuestros hijos. Necesitamos otro tipo de desarrollo con manejo sostenible de nuestros recursos para así vivir con vida plena, también para nuestro futuro”.

Los pueblos indígenas que serían afectados de continuar la construcción de la carretera serían, además de los mascho-piros, los chitonahuas, los mastanahuas y los sapanawas, que continúan con una vida de tipo nómada aislada.

El padre Piovesan ha negado repetidas veces la existencia de los pueblos indígenas no contactados. Su boletín parroquial ha declarado: “No aceptamos la idea del AISLAMIENTO como un deseo natural de ellos. No lo comprobamos. Son entelequias de quienes sólo conocen a los pueblos indígenas de visita o por investigaciones basadas en hipótesis que nunca se comprueban en el campo”.

De acuerdo con Survival International, la carretera conectaría Puerto Esperanza con la carretera interoceánica que atraviesa Perú y Brasil. “Los indígenas aislados han expresado claramente su deseo de permanecer sin contactar. El proyecto no puede llevarse acabo sin su consentimiento y violaría su derecho a decidir su propio futuro”, concluyó.