El 7 y 8 de noviembre pasados, más de 60 defensoras de derechos humanos de Honduras, provenientes de 11 departamentos, se reunieron en San Pedro Sula para “tejer hilos de sororidad, fuerza, alegría”. En el encuentro estuvieron presentes también mujeres de Guatemala, el Salvador, Nicaragua y México.
Como resultado de sus trabajos, las defensoras hondureñas emitieron ayer una declaración en la que denuncian las prácticas estatales de militarización y criminalización que operan como mecanismos de control y represión en su contra.
A estas formas de violencia, precisan las defensoras, se suman otras, como la corrupción, la impunidad, el uso faccioso de programas públicos y la imposición de políticas económicas que excluyen de los beneficios a la mayoría de la población y que ponen a disposición de empresas transnacionales los últimos reductos de “nuestros recursos naturales”.
Por si fuera poco, están también las expresiones sexistas que cuestionan los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y las agreden cuando deciden asumir roles en favor de la transformación social.
Las más de 60 mujeres que participaron en el Segundo Encuentro de Defensoras de Derechos Humanos de Honduras, denuncian, asimismo, que las mujeres defensoras, de manera particular, tienen que lidiar con las omisiones de los estados en aras de su protección. Ello, acotan, en contravención con los compromisos internacionales de derechos humanos que los gobiernos asumen.
Derivado de lo anterior, las defensoras hondureñas manifiestan lo siguiente: “Nos reconocemos activistas, defensoras, autoras y protagonistas de las diversas luchas para enfrentar el saqueo, el retroceso en materia de derechos, el robo, la discriminación y las diferentes violencias que ejercen el patriarcado, el capitalismo y los fundamentalismos. Las mujeres defensoras también alzamos nuestras voces desafiando los roles impuestos a nuestros cuerpos por esta triple represión, seguras que nuestros esfuerzos serán algún día justamente valorados como aportes inmensos a las débiles democracias de la región”.
