Ciudad de México | Desinformémonos. La impunidad que es “evidente”, en los hechos del 2 de octubre de 1968 donde las autoridades dijeron que: “Hay genocidio, pero no hay genocidas”, y en el caso de la desaparición de 43 normalistas en Iguala, Guerrero, hace dos años, marcan una línea de: “Represión, e impunidad que auspicia un estado de las cosas en el que la oligarquía sigue repitiendo su actuar para atropellar a disidentes y movimientos sociales”, dijo a Desinformémonos, Alejandro Álvarez, integrante del Comité 68.
“Esta impunidad permite masacres cada año. Enrique Peña Nieto comenzó con Atenco y no ha parado con los saldos monstruosos que son delitos de lesa humanidad”, acusó, Álvarez, quien agregó que: “No hay un verdadero acto de justicia en México”, por lo que dijo, continúan saliendo a reivindicar su estrategia de lucha: «el castigo a los culpables”.
Lo anterior lo afirmó luego de que: “¡Basta de Impunidad!”, fuera la bandera central de exigencia de decenas de miles de personas que marcharon ayer junto al Comité 68 para protestar por los 48 años del genocidio perpetrado contra estudiantes en la plaza de las tres culturas, el 2 de octubre de 1968, entre las y los asistentes, las madres y padres de los 43 normalistas.
La “exigencia de justicia”, en el caso Tlatelolco ha logrado una “histórica configuración jurídica sobre genocidio, pero que hoy no tiene culpables pagando el crimen”, dijo a Desinformémonos la profesora Carolina Verduzco Ríos, integrante del Comité 68, quien agregó que existen 52 investigaciones ministeriales ya concluidas en contra, sobre todo, de militares, que hasta ahora no se han ejecutado, por lo que, coincidió con Álvarez en que: “la impunidad imperante y la política de represión”, son dos de las constantes en el caso “Tlatelolco”, así como en casos como el de Ayotzinapa.
Aunque en torno a ambos casos se han hecho comparaciones, “ya que existen constantes”, en la opinión de Verduzco, es importante tomar en cuenta también, “las muchas diferencias”, en el contexto social, entre las que ella señala: la violencia que ha generado la guerra contra el crimen organizado, los cambios estructurales sobre todo en el ámbito económico y la “Iniciativa Mérida impuesta por Estados Unidos, son elementos que deben tomarse hoy en cuenta”, opinó.
Hay al menos 5 episodios “brutales”, desde que inició el gobierno de Enrique Peña Nieto, aseguró Álvarez, entre los que resaltó la desaparición de los normalistas, caso en el que, dijo: “hay una construcción de montajes ridículos para escamotear las responsabilidades militares, que también se ven en el caso de Tlatelolco”.
Otro de los casos señalados por Álvarez fue el de Nochixtlán, en el que, dijo, hubo una: “repetición de esquemas de ataque”, ya que explicó, que igual que en el caso de la matanza de Tlatelolco, se culpó a la sociedad al afirmar que “los disparos vinieron de civiles”, dijo al referirse a la represión que policía estatal y federal cometieron, el 19 de junio de este año, en dicha población oaxaqueña, contra integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y población del lugar y de la que resultaron 11 personas asesinadas y más de 100 heridas sin tener hasta hoy responsables ni reparación de los daños.
Este gobierno, aseguró Alejando Álvarez, “lo único que hace son montajes de negociaciones que luego traiciona. Se apoya de linchamientos mediáticos para acabar con disidentes”, por lo que hoy hay que reconocer también los cambios en el contexto, entre los que señaló, “la capacidad de reacción de la sociedad”, que hoy, dijo: “se ha aprendido a documentar, a reunir elementos, pruebas y evidencias que hoy pueden dar cuenta de lo que está sucediendo”, detalló.
“Hoy hay una población más alerta y más clara”, aunque, aseguró, “aún así, el trago no es menor y hoy se sigue aterrorizando a la población con escenarios similares a los de una guerra en la que la violencia militar ha hecho estragos”, finalizó.
