Nos preparábamos a “Hacer pareja”, tema de nuestras 45º Jornadas d’Ecole de la Cause Freudienne. La propuesta era hacer lazo sociales, los primeros participantes empezaban a hablar, estábamos listos para hablar de amor, de goce, de la realidad que se vive en esta época donde el “otro no existe”, cuando las bombas, las «Kalachnikovs» y las marcas de la guerra nos dejaron sin voz y a algunos sin vida.
No obstante haber estado prevenidos y advertidos por los tristes eventos de principio de año, en Charlie Hebdo, y también por ese saber sobre el “parlêtre” y sus vicisitudes que nuestra orientación nos lleva a encontrar. Pero esta vez, el terror de la guerra, ese “oscuro objeto de deseo” hizo irrupción en nuestras puertas, en nuestras terrazas de café, en las salas de concierto de nuestra ciudad, en nuestra cotidianidad, ahora nos damos cuenta que somos eventuales presas de la locura asesina.
A pesar de todo, no estamos dispuestos a ceder en nuestro deseo de vivir, de vivir juntos, de continuar saliendo a las calles de este Paris, que está herido y de pie, de salir a trabajar, de tomar un café o una copa de vino entre amigos, de vivir alegremente.
Hoy más que nunca, decimos “ Paris je t’aime” y reivindicamos el “je suis Charlie” como posible símbolo de unidad, ya que constatamos que no se trata de blasfemar … o de no blasfemar, continuaremos intentando “hacer pareja” y nos uniremos para decir, para escribir, para defender tu nombre: “libertad”.
*Cinthya Estrada es psicoanalista, mexicana que vive en París hace más de diez años.
Foto: AFP
