Fotos: Nanaxhi de Gyves

Lachiviza, Oaxaca. Cumplir 40 años de trabajar la tierra, sembrar semillas de café, cultivarlas, llevarlas a la molienda, envasarlas, exportarlas y, sobre todo, de hacer comunalidad es un logro que celebraron los integrantes de la Unión de Comunidades Indígenas de la Región Istmo (UCIRI), una cooperativa ubicada en la sierra mixe zapoteca de Oaxaca.

Desde Lachiviza, comunidad que pertenece a Santa María Guienagati en el Istmo de Tehuantepec, los socios de UCIRI celebraron la vida y los 40 años de su creación, primero a través de un ritual dedicado a la madre tierra y el agua, y posteriormente con alimentos, bebidas y risas.

«UCIRI, 40 años de lucha organizada» destaca el papel que han ejercido las mujeres y hombres que cultivan café, y que han hecho de sus huertos espacios dadores de vida a través de sus cultivos.

Las mujeres mixes-zapotecas son el centro de UCIRI, porque realizan las actividades de ordenar, guiar y compartir para lograr una calidad en el cultivo del café. Sus esposos ocupan cargos dentro del consejo, son ellas las aliadas.

UCIRI es una cooperativa que nació en 1982 por campesinos que cultivan y cosechan café orgánico en la sierra mixe zapoteca del Istmo de Tehuantepec. Desde entonces exporta café de grano y soluble a escala nacional e internacional. No cuenta con subsidio gubernamental, sino que todo se ha logrado mediante la organización y unión de las comunidades que la conforman. Se ha hecho por tres décadas un trabajo en equipo gracias al ímpetu del sacerdote holandés, nacionalizado mexicano, Francisco Vanderhoff Boersma.

«Con UCIRI hemos fortalecido la organización. Son 40 años de esfuerzo en los que elaboramos un café 100 por ciento de calidad, y por eso rechazamos la planta de Nestlé, porque propicia la mano de obra barata, la producción de un café de baja calidad y daño ambiental», destacó Francisco Vanderhoff Boersma.

El hombre explica que al hablar de socios no se habla de personas ricas ni dueñas de grandes consorcios capitalistas, pero sí de hombres y mujeres de campo, quienes han entregado su tiempo, esfuerzo y su vida misma para lograr exportar café de calidad y vivir con dignidad.

Quienes conocen la UCIRI se refieren a ella como un ejemplo de organización comunal, campesina, y con un compromiso ético y social que representa una de las organizaciones indígenas más antiguas y consolidadas del país.

“Le dediqué a la UCIRI mi tiempo y esfuerzo porque lo vale, pero también es importante reconocer que los apoyos al campo no se están dando y que eso afecta mucho. Por nuestra parte orgullosamente exportamos café, lo hacemos de una forma comunal, cuidamos al medio ambiente, no hacemos quemas y todo es sustentable”, explicó Álvaro Domínguez Faustino, campesino y socio de la Unión.

Reconoció que hubo problemas por la pandemia del Covid-19 porque los trabajos organizativos se restringieron, especialmente en oficinas para realizar gestiones, por lo que se logró un menor beneficio.

Añadió que como las mujeres desempeñan un papel prioritario en la organización, buscarán apoyos para ellas y para recuperar sus huertos.

UCIRI, PIONERO EN MERCADO JUSTO

La UCIRI está conformada por mil 300 socios y además cuenta con la certificación de la exportación de café, por lo que se sienten orgullosos de que su marca y producto se venda en el extranjero.

Reconocieron que antes había personas dedicadas al “coyotaje”, cuya práctica dañó durante varios años este comercio comunitario, sin embargo, hoy en día ya no existe y el mercado es directo y sin intermediarios.

Raymundo Cortés Suárez, presidente del consejo la UCIRI, señaló que algo que ha sido fundamental para el buen desempeño de la organización son las asambleas de balance, que realizan mes con mes con sus delegados, además de que cuenta con estatutos puntuales que dan certeza a su labor productiva y cooperativista.

“Nos gusta este modelo, ha funcionado, los socios cooperan, todos nos entregamos. Cumplir 40 años no es fácil, por eso realizamos esta ceremonia, este agradecimiento a la madre tierra, porque nos ha dado todo, la vida y este gran proyecto de producir café”, dijo.

Mientras celebraban con un ritual en medio de alabanzas y la entrega de bastón de mando, después se compartieron los alimentos y las bebidas tradicionales y una vela encendida con el compromiso de manera pública de seguir defendiendo esta comunalidad y hacer de UCIRI un ejemplo de cooperativismo y unión entre productores de café.