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Crecimiento de la población, del consumo y el cambio climático, entre las causas ( La Jornada, 17 de abril 2012)

Emir Olivares Alonso

Los fenómenos han ocasionado más de un millón de muertes, revela investigadora de la UNAM

De 1980 a la fecha se han presentado a escala mundial 20 mil desastres naturales, que han dejado más de un millón de muertos y pérdidas económicas estimadas en más de 2 mil millones de dólares, aseguró Heriberta Castaños, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Subrayó que los efectos de los fenómenos climáticos, como inundaciones, ciclones y sequías se han triplicado en este periodo; en tanto que los cataclismos geológicos causados por terremotos, erupciones y maremotos se incrementaron 50 por ciento.

Al participar en la inauguración del 15 Seminario Internacional de Economía, Ciencia y Tecnología. Desastres, accidentes y catástrofes. Riesgos naturales y sociales, la investigadora señaló que este aumento exponencial se atribuye a transformaciones como el crecimiento de la población mundial, del nivel económico, la urbanización que se extiende a zonas de alto riesgo y mayor vulnerabilidad, así como al cambio climático global.

Sismos, inundaciones, sequías…

Ante estos datos, insistió en que los sismos no son los únicos eventos naturales que deben preocupar en México, pues en el país también ocurren inundaciones, huracanes, sequías, tormentas e incendios forestales, entre otros. Razones por las que cada año se utilizan más recursos en asistencia a las poblaciones afectadas que en prevención.

En entrevista al respecto, Castaños, quien en años recientes ha enfocado su trabajo al estudio y análisis de los desastres naturales, aseveró que a diferencia de hace varias décadas, hoy existe mayor cantidad de habitantes en ciudades grandes, por lo que el número de víctimas que deja un desastre natural se incrementa en las urbes.

Agregó que de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en la región el gasto durante 2005 por la suma de desastres naturales, tecnológicos y de tipo social alcanzó la cifra de 6 mil millones de dólares.
Debido a que los eventos naturales no pueden evitarse, exhortó a ciudadanía y gobernantes a emprender medidas preventivas ante cualquier riesgo, como el aseguramiento de sus bienes.

También en entrevista, Cinna Lomnitz, investigador emérito del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM y ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 1995, indicó que este tipo de desastres genera un desembolso de mil millones de dólares tan sólo en Estados Unidos.

El experto en el tema lamentó que en México existan pocos datos sobre los gastos que se realizan para la atención de las catástrofes naturales. “En el país hay un fondo, el de Desastres Naturales que se usa para socorrer a la población afectada. Pero carecemos de una estrategia o legislación preventiva, pues las soluciones a estos fenómenos son remediales”.

Durante el acto, Verónica Villarespe, directora del IIE, recordó que en fechas recientes se han registrado terremotos y maremotos en Chile, Haití y Japón que, aunados a factores sociales, desataron situaciones catastróficas. En las sociedades actuales se observa que a medida que la tecnología avanza, el contacto con la naturaleza se complica y se torna menos directo.

Uno de los fenómenos naturales que recientemente han afectado territorio mexicano es la sequía. Al respecto, Raúl Vera Alejandre, especialista del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo del Instituto Politécnico Nacional, afirmó que la falta de lluvia que actualmente ocurre en los estados del norte del país está asociada a la variabilidad natural del clima.

Dio a conocer que el estiaje es parte de un proceso natural, al igual que los periodos de lluvia, calor o frío, pero éstos se alteran debido a los fenómenos climáticos conocidos como El Niño y La Niña.

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