México, 12 de diciembre de 2014. La ola de indignación por los asesinatos impunes de afroamericanos a manos de policías blancos no se apaga. Estudiantes de medicina de más de 40 escuelas a los largo de la geografía estadunidense lanzaron el movimiento “Batas blancas por las Vidas de los Negros (#WhiteCoats4BlackLives), mientras Nueva York se prepara para acoger, el día de mañana, la “Millions March” (Marcha de los millones), y Washington la marcha nacional contra la violencia policial «Justice for All» (“Justicia para todos»), que será encabezada por familiares de los afroestadunidenses asesinados por la policía Michael Brown, Eric Garner, Akai Gurley, Tamir Rice y Trayvon Martin.

Los estudiantes de medicina sostienen que la violencia racial es un asunto de salud pública. “Como estudiantes de medicina, tenemos que enfrentarnos a la discriminación de nuestros pacientes, colegas, familiares y amigos negros y latinos”, explican en su convocatoria a acto realizado el 10 de diciembre.

La indignación ciudadana se desató el 24 de noviembre, cuando un jurado decidió no someter a proceso legal al policía blanco que el 9 de agosto asesinó a Michael Brown, un adolescente afroamericano desarmado. Las protestas y disturbios que recorrieron el país se encendieron aún más el 3 de diciembre, cuando otro jurado decidió tampoco enjuiciar al oficial que asesinó a Eric Garner, otro afroamericano. La frase de Garner a punto de morir, “No pudo respirar”, mientras el policía le aplicaba una llave y se apoyaba en su pecho, se volvió la consigna de las manifestaciones.

Las marchas, “sentadas” y concentraciones se repiten, en lugares como Harvard, Berkeley, Nueva York y Dallas, donde los manifestantes protestan con las manos en alto o haciendo signos de que están asfixiándose, mientras trabajadores negros del Congreso salieron de sus lugares de trabajo en protesta por los asesinatos raciales de la policía. También jugadores de basquetbol y cantantes negros se han unido a las protestas.

Los analistas políticos sostienen que la furia ciudadana se debe a agravios raciales acumulados por décadas.