Hissène Habré, ex dictador de Chad, fue condenado a cadena perpetua y confiscación de todos sus bienes por crímenes de guerra, torturas, violación, crímenes contra la humanidad y esclavitud sexual, lo que se convirtió en un proceso histórico por tratarse del primer juicio a un mandatario africano hecho por jueces africanos.

“Esta condena representa una inmensa victoria para las víctimas chadianas”, aseguró “el cazador de dictadores” y abogado de Human Rights Watch, Reed Brody, quien fue parte activa en el proceso, “sin su tenacidad este juicio no se hubiera celebrado nunca.

“La época en la que los tiranos podían maltratar a su pueblo, saquear las riquezas de su país y luego huir al extranjero para beneficiarse de una vida de lujos ha llegado a su fin”, sostuvo.

Brody aseguró que “este día permanecerá grabado en la Historia como el día en que un grupo de obstinados supervivientes tuvo éxito al obligar a su ex dictador a rendir cuentas de sus crímenes ante la justicia”.

Las víctimas fueron quienes iniciaron el proceso judicial, el cual comenzó el pasado 20 de julio y que contó con la presencia de los supervivientes y miembros de organizaciones que los apoyaron.

“El proceso de Habré muestra que es posible llevar ante la Justicia a un dictador. Esperamos que otros supervivientes y otros activistas sean inspirados por lo que han logrado hacer las víctimas de Habré”, dijo Brody.

Habré gobernó Chad entre 1982 y 1990, tiempo en el que torturó a decenas de miles de personas y se estima que al menos 40 mil fueron asesinadas o murieron en los distintos centros de detención que se crearon durante el régimen.

Se trató tanto de militantes de la oposición como de miembros de las etnias Hadjarai y Zaghawa, que fueron acusados de conspirar contra la seguridad del Estado, así como población civil del sur del país, todo ello en un contexto de sublevaciones armadas y guerra contra el expansionismo libio de la época en la que Habré contó con el apoyo de potencias occidentales, como Francia y Estados Unidos.

Con información de El País