“En este momento se está retirando exhumando el cuarto cuerpo de la fosa común y en minutos se hará el primer viaje al nuevo espacio que tendrán en el Panteón Jardines del Recuerdo”

Este martes 24 comenzó la apertura de las fosas comunes, ubicadas en 2014, en un campo de Tetelcingo, cercano a Cuautla, Morelos, dónde la fiscalía de ese estado sepultó de manera ilegal y sin identificación más de 100 cuerpos, hecho por el que, según se anunció, la propia fiscalía investiga a sus funcionarios.

A mediados de la última semana se conoció que la Fiscalía había denunciado penalmente a rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez; el dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia, y la madre de Oliver Navarrete Hernández, María Hernández, porque el 11 de mayo pasado entraron al predio de las fosas clandestinas, acusándolos de “sabotaje”

Oliver fue secuestrado por hombres armados en Cuautla y días después su cuerpo fue encontrado en una barranca. Su cuerpo fue llevado al Servicio Médico Forense de Morelos donde su familia lo identificó y las autoridades solicitaron que el cuerpo permaneciera más tiempo en el Semefo, para investigar el asesinato. Como no se lo devolvían, María Hernández concurrió insistentemente hasta que a comienzos de diciembre de ese año, le informaron que no lo tenían, porque lo habían arrojado en una fosa común que usaba el propio estado.

Cuando esa fosa fue abierta, en busca del cuerpo de Oliver, se descubrió que alberga cuerpos de más de 100 personas fallecidas.

El trabajo de exhumación está llevándose a cabo por un equipos técnicos de la Universidad Autónoma del estado de Morelos, la Procuraduría General de la República, la Comisión Nacional de Seguridad y la Fiscalía General del Estado de Morelos, en jornadas que van desde las 6 de la mañana a las 6 de la tarde y continuará “el tiempo que sea necesario” sostuvieron desde la Universidad.