Ciudad de México | Desinformémonos. El asesinato del periodista Luciano Rivera del pasado 31 de julio en Baja California fue condenado por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que además llamó al Estado mexicano a agotar la línea de investigación relativa a la labor periodística de la víctima.

De acuerdo con la versión oficial, Rivera fue asesinado en un bar por un sujeto desconocido durante un conflicto por defender a una mujer, pero la Relatoría de la CIDH, junto con organizaciones y otros periodistas, aseguran que el ataque se relaciona con su trabajo como periodista y que esa es la línea que debe seguirse en la investigación.

Las últimas publicaciones de Rivera contenían denuncias contra la policía local e información sobre hechos violentos relacionados con el narcotráfico y el crimen organizado, así como casos de la seguridad pública de Playa de Rosarito, en Baja California.

La Relatoría de la CIDH señaló que es fundamental agotar la línea de investigación relativa al ejercicio de la profesión en casos de delitos cometidos contra periodistas, con el fin de que no haya impunidad en los crímenes relacionados con la libertad de expresión.

De acuerdo con la Comisión, sólo «mediante la acción decisiva del Estado para castigar a quienes resulten responsables, tal como corresponde a su obligación bajo el derecho internacional y el derecho interno», se podrá evitar el “efecto amedrentador” de los ataques contra periodistas.

Luego del asesinato de Rivera, la subprocuradora de Baja California, Patricia Ortega, aseguró que su muerte no está vinculada con su labor, sino que fue por defender a una mujer dentro de un bar, a pesar de que los agresores “llegaron hasta allí buscándolo y presuntamente tenían tiempo siguiéndolo”, tal como lo denunciaron otros periodistas con base en testimonios.

Los periodistas acusaron que las autoridades y las instituciones de procuración de justicia buscan cerrar el caso “e incluso persiguen a otros colegas” por develar “detalles importantes”, por lo que exigieron el cese a la intimidación a sus colegas y la investigación transparente del asesinato de Rivera.