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Ciudad de México | Desinformémonos. Decenas de organizaciones de México y el mundo condenaron el asesinato del párroco tsotsil Marcelo Pérez Pérez, perpetrado la mañana de este domingo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Agencia de la ONU para los Refugiados en México (Acnur), la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) y Amnistía Internacional son algunas de las organizaciones que se unieron a la denuncia del asesinato y a la exigencia de justicia.
Pérez Pérez era conocido en los pueblos de Chiapas por su activismo y defensa de los derechos humanos. Desde 2021, lideró marchas y peregrinaciones por la paz en denuncia por el incremento de la violencia en diversas zonas del estado, a manos del crimen organizado. En represalia a su trabajo, fue víctima de amenazas, hostigamiento, intimidaciones, agresiones físicas y criminalización, a pesar de contar desde 2015 con medidas cautelares de la CIDH “debido al riesgo constante que enfrentaba su vida e integridad personal por su labor en defensa de los derechos humanos en Simojovel y otros lugares de Chiapas”, explicó la ONU-DH.
“El asesinato del Padre Marcelo es absolutamente inaceptable. Su labor era ampliamente reconocida por los pueblos indígenas en Chiapas, y también a nivel internacional. A pesar de contar con medidas de protección y de las constantes denuncias sobre las agresiones que enfrentaba, éstas resultaron insuficientes para impedir su asesinato”, señaló el Representante Adjunto en México de la ONU-DH, Jesús Peña Palacios.
Por su parte, la CIDH condenó en sus redes sociales “el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, defensor de derechos humanos y de pueblos indígenas en Chiapas” y exigió a las autoridades estatales “investigar los hechos con la debida diligencia y sancionar a los responsables”. A su vez, Acnur México calificó el asesinato del párroco como “una trágica pérdida para el mundo humanitario” y reconoció a Pérez como “un gran defensor de los derechos de las personas en movilidad en Chiapas”.
#México: #CIDH condena el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, defensor de #derechoshumanos y de pueblos indígenas en Chiapas, y beneficiario de medidas cautelares desde 2015. Expresa también su solidaridad a sus familiares, congregación y a los pueblos que defendió.
— CIDH – IACHR (@CIDH) October 21, 2024
La…
Una trágica pérdida para el mundo humanitario.
— ACNUR México (@AcnurMexico) October 20, 2024
Como muchos religiosos,el padre Marcelo Pérez fue un gran defensor de los derechos de las personas en movilidad en Chiapas.
Esperamos que las investigaciones esclarezcan pronto este lamentable suceso.
Nuestra solidaridad siempre. pic.twitter.com/uSMYN1kHKU
“Tanto el crimen organizado como el gobierno de Chiapas en lugar de agradecerle el trabajo realizado por el Padre Marcelo en la pacificación de nuestras comunidades y en Chiapas, le pagan con cárcel y muerte”, acusaron en un comunicado Las Abejas de Acteal, organización formada por los sobrevivientes de la Masacre de Acteal, a quienes el sacerdote acompañó en la búsqueda de “justicia verdadera”.
Por su parte, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) señaló “la responsabilidad del Estado mexicano por no prevenir, garantizar y proteger la integridad y la vida del párroco Marcelo Pérez, así como por su tolerancia y aquiescencia hacia los grupos de la delincuencia que operan en Chiapas”.
“El Estado mexicano por décadas ha apostado por la impunidad permitiendo la operación de entidades macro criminales como parte de la ‘gobernanza’ en un supuesto Estado democrático”, criticó el Frayba en su pronunciamiento, donde destacó que el asesinato de Pérez Pérez es muestra de la “grave escalada de violencia” que atraviesan todas las regiones de la entidad.
Las 87 organizaciones en 23 estados del país que integran la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes” (Red TDT) condenaron “con profunda rabia e indignación” el asesinato del párroco e insistieron en que era el Estado Mexicano “el responsable de implementar las medidas de protección para salvaguardar su vida e integridad física”.
“Este crimen no sólo arrebata la vida de un líder espiritual y defensor de derechos humanos, también es símbolo patente del aumento de la violencia generalizada contra la población y la impunidad que asola el sureste mexicano”, aseguró la Red TDT, que reiteró “la ineficacia de los mecanismos de protección en México”.
Entre los colectivos, organizaciones y centros nacionales e internacionales que se sumaron a la condena del asesinato del sacerdote se encuentran Amnistía Internacional, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, el Equipo Indignación, el Espacio OSC, la Compañía de Jesús y el comité ejecutivo de la Sección VII del SNTE-CNTE.
Pérez Pérez fue asesinado en el barrio de Cuxtitali, en San Cristóbal de Las Casas, tras oficiar la misa matutina del 20 de octubre. Las autoridades de Chiapas confirmaron que, al abordar su vehículo para dirigirse a la parroquia de Guadalupe, personas a bordo de una motocicleta dispararon al sacerdote, quien perdió la vida de inmediato.
Miles de feligreses se reunieron en San Cristóbal de las Casas para despedir al párroco. Durante la llegada del cuerpo del padre Marcelo a la iglesia de Guadalupe, el pueblo creyente hizo oír sus gritos de indignación y de exigencia de justicia. Tras la misa, el sacerdote fue trasladado a San Andrés La Rainzar.
“El padre Marcelo no ha muerto, vive en los corazones del pueblo que lo respeta y aprecia”, aseguró la organización Cuxtitali Digno, del barrio donde Pérez Pérez ofició su última misa.