La Confederación General del Trabajo (CGT), una de las centrales obreras más importantes en Colombia, rechazó hoy el decreto gubernamental que definió el nuevo salario mínimo para este año, con un ingreso menor en un 7 por ciento de incremento.

Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación, expresó que el objetivo de la demanda es para que se suspenda el decreto mientras se estudian a fondo los argumentos de los representantes obreros ante la decisión del gobierno.

El dirigente gremial aseguró que la nueva disposición oficial violenta los derechos de los sectores más empobrecidos, al tiempo en que la inflación alcanza una tasa del 7.6 por ciento y el salario mínimo sólo fue aumentado en 4.6 por ciento, en relación con el 2015.

“El incremento debió haber sido de un 9,9 por ciento”, afirmó Gómez, quien insistió en la necesidad de que el Consejo de Estado emita un pronunciamiento de carácter urgente para que no exista inequidad con los empleados de menores ingresos en Colombia.

Por otra parte, agrupaciones obreras se han manifestado frente al Palacio de Justicia para exigir la anulación del decreto sobre el sueldo, acompañadas de protestas contra la subasta de la planta energética pública de Isagén, la cual fue privatizada este miércoles a favor de la empresa canadiense Brookfield.

Los voceros sindicales argumentan que es imposible con el alza salarial aprobada enfrentar la subida que han sufrido últimamente diversos productos de la canasta básica, mientras crece el valor de otros servicios y cuotas impositivas en el sector del transporte.

Con información de Prensa Latina