Levantando la voz

Karla Micheel

Caso Sepur Zarco: Mujeres que rompen el silencio y luchan contra la impunidad

¿Es posible que el antónimo del olvido no sea la memoria sino la justicia?

Yosef Hayan Yerushalmi

El pasado 1 de febrero inició en la ciudad de Guatemala, el juicio del caso conocido como “Sepur Zarco”, ante el Tribunlal de Mayor Riesgo A, el cual es presidido por la valiente jueza Jazmín Barrios, quien el 10 de mayo de 2013 dictó una sentencia condenatoria contra el ex dictador Ríos Montt de 80 años por genocidio y crímenes contra la humanidad.

En el caso de Sepur Zarco el Tribunal deberá pronunciarse sobre la responsabilidad del ex-oficial del Ejército Esteelmer Reyes Girón, y el ex-comisionado militar Heriberto Valdéz Asij, quienes son acusados de cometer en contra de 15 mujeres Maya Q’qchi’ violencia sexual, esclavitud sexual, esclavitud doméstica, tratamientos crueles, inhumanos y degradantes, homicidios y desapariciones forzadas constitutivas como crímenes de guerra, según la legislación penal de Guatemala.

En el contexto del conflicto armado que se vivió en este país, en julio de 1982 se instaló la base militar de Sepur Zarco la cual fue el escenario de numerosas violaciones graves a los derechos humanos, cometidos entre otros, contra la población civil Maya Q’qchi’, la mayoría de esas violaciones siendo cometidas por elementos de Ejército Guatemalteco.

De acuerdo con los testimonios de las sobrevivientes, los militares las obligaron a lavar uniformes y cocinar sin remuneración alguna, además de obligarlas a sostener relaciones sexuales en repetidas ocasiones, cometiendo violaciones sistemáticas y masivas. De acuerdo con Rita Sagato, una de las peritas que se han presentado en el juicio, la violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica fueron objetivos estratégicos militares, es decir, que fueron usados como una forma de destrucción de las mujeres indígenas, quienes se convirtieron en un objetivo de guerra porque a través del daño ocasionado hacia ellas se daba un castigo ejemplar hacia la población que participaba en el conflicto armado.

El caso Sepur Zarco es emblemático por varias razones, entre las que destacan: que presenta la violencia contra las mujeres como parte de la actuación genocida de las fuerzas armadas; que se juzga por primera vez a militares por la violencia sexual ocurrida durante el conflicto armado, y particularmente porque se trata del primer caso de esclavitud sexual conocido en un Tribunal local.

Pero resulta especialmente emblemático, porque se ha convertido en un ejemplo de valentía y exigencia de justicia por parte de las 15 mujeres indígenas que han rendido su declaración ante las autoridades, ya que estas mujeres lograron romper el silencio y superar el estigma y el rechazo de sus comunidades, enfrentando y venciendo todos los obstáculos institucionales y legales que se les pusieron por delante.

Al día de hoy, hay 14 sobrevivientes de esos hechos, ya que Magdalena Poo murió hace un par de años no sin antes lograr rendir su testimonio ante las autoridades a finales del año 2012, con el inicio de este juicio las palabras que dijo sirven de inspiración para las sobrevivientes, hace más de tres años ella dijo: “hice lo que tenía que hacer, dije lo que tenía que decir, ahora ustedes sigan esta lucha”.

Los testimonios de las mujeres, la consistencia en sus testimonios, el contexto en el que se sucedieron y todos los elementos que se han integrado en el juicio permiten establecer que en el caso de Sepur Zarco se analiza un ejemplo de la violencia sexual que muchas mujeres indígenas sufrieron durante el conflicto, y sobretodo contextualizar que esa violencia que sufrieron formó parte de un plan genocida que tuvo el propósito de causar daños irreparables en los cuerpos y vidas de las mujeres.

Diversos informes y documentos han recuperado el “modus operadi” que desarrollaban los elementos castrenses en contra de las mujeres indígenas de decenas de comunidades, manteniendo como constante en todas ellas, la violencia sexual y el control físico de mujeres y niñas.

Según refiere el informe Recuperación de la Memoria Histórica (Remhi), las mujeres de las comunidades indígenas eran obligadas a desvestirse y bailar delante de la tropa y luego eran violadas, en el mismo lugar donde sus padres, hermanos y seres queridos habían sido torturados y asesinados.

Por su parte, el informe Guatemala, Memoria del Silencio de la Comisión de Esclarecimiento Histórico de la Organización de las Naciones Unidas, señaló que de las 1,465 denuncias recibidas, el 88,7% de las víctimas eran mayas y el 62% fueron mujeres entre 18 y 60 años.

El juicio de Sepur Zarco ha sido posible, gracias a todo un trabajo de litigio estratégico con perspectiva de género, encabezado por organizaciones que conforman la Alianza Rompiendo el Silencio y la Impunidad, quienes durante más de 22 días han presentado ante el Tribunal a 17 testigos, un testigo protegido y 11 anticipos de prueba por medio de videos, todos ellos concatenados, pretenden acreditar la responsabilidad de los elementos castrenses en estos hechos.

El desarrollo del juicio y desde luego su desenlace se ha convertido en una oportunidad histórica para la comunidad Guatemalteca y para toda la comunidad internacional, pues representa la vía para poder hacer justicia real a las 15 víctimas que han denunciado, y una forma de justicia simbólica para las miles de mujeres que también sufrieron este tipo de crímenes de guerra.

En este juicio se podrán y deberán establecer las responsabilidades individuales por graves violaciones a los derechos humanos que cometieron los elementos del Ejército en el cuartel de Sepur Zarco, pues dichas responsabilidades deberán ir más allá de la responsabilidad estatal que permitió y facilitó esta conducta criminal. En este proceso se debe dar nombre y poner un rostro a dos de los autores de los crímenes cometidos en contra de las mujeres durante el conflicto, y a través de esos rostros, evidenciar los otros rostros de complicidades y corrupción que encubrieron estos crímenes de guerra durante más de dos décadas.

Guatemala debe mostrar que es un Estado democrático, que es capaz y competente de enjuiciar a quienes violan la ley, de procesar a quienes cometieron crímenes de guerra, de hacer imperar el Estado de Derecho, de garantizar la justicia y la reparación a las mujeres y sobre todo, de demostrar que lo que debe de imperar es la verdad y la justicia.

La sentencia que eventualmente emita el Tribunal debe brindar verdad, justicia y reparación a las víctimas, debe ser muestra palpable de que se dan pasos sólidos para poner fin a la impunidad en los casos de violencia sexual y debe ser un reconocimiento a la larga lucha de las víctimas, debe ser en suma, un ejemplo de la justicia transicional a nivel mundial.

El mensaje que emane de este juicio debe ser fuerte y claro para la sociedad guatemalteca y para la comunidad internacional: la violencia sexual cometida en contra de las mujeres, no será tolerada y los responsables serán juzgados y sancionados, la justicia que llega tarde no es justicia dice una frase célebre del derecho romano, pero en casos como éstos, aún siendo tardía, será una justicia reparadora si reconoce a las víctimas como poseedoras de derechos y como merecedoras de justicia.

14 Respuestas a “Caso Sepur Zarco: Mujeres que rompen el silencio y luchan contra la impunidad”

  1. CONSIDERO QUE DEBE HABER UN RESPONSABLE POR PARTE DE LIVERPOOL QUE FUE LA PERSONA QUE MANIPULÓ LAS ACCIONES Y OMISIONES ¿EXISTE ALGUNA PERSONA DETENIDA DEL PERSONAL DE LIVERPOOL QUE FUERON LOS QUE IMPIDIERON EL ACCESO DE LA CRUZ ROJA A SUS INSTALACIONES Y DENUNCIARON EL HECHO? ESTÁ MUY CLARO, QUE EL GERENTE DE SUCURSAL O ENCARGADO O APODERADO LEGAL DE LIVERPOOL EVITÓ EL INGRESO DE PARAMÉDICOS Y EN CONSECUENCIA LA ATENCIÓN INMEDIATA DE LA RECIEN NACIDA.

  2. Elena Murray

    Es una verdadera «historia de horror» que describe la ignorancia, indiferencia y falta de compasión tanto de Liverpool como de las personas que «juzgaron» a Dafne. Espero entren todos en razón y que su calvario termine en algún tipo de justicia.

  3. Elena Murray

    Es una verdadera historia de horror de ignorancia e indiferencia que involucra no solo a Liverpool, sino a todas las «autoridades» responsables por esta injustica. Ojalá pronto termine el calvario de Dafne y que «alguien» sienta cabeza.

  4. Que verguenza me da la justicia mexicana, es por eso que muchos paises nos ven tan mal. Por favor unámonos para acabar con estás injusticias o más bien con estás porquerías. En México la prensa no es el cuarto poder SON LAS REDES

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