La defensora de derechos humanos Mozn Hassan, fundadora y directora de la organización Nazra Estudios Feministas ha sido citada a comparecer frente a un juez el próximo martes 29 marzo 2016 acusada de infringir la Ley 173 instaurada en el año 2011, meses después de que fuera derrocado el expresidente Hosni Mubarak, y conocida como «Ley de la financiación extranjera».
Si bien el trabajo de la defensora y su organización se realiza en absoluta transparencia y legalidad, la acusación en su contra se enmarca en una escalada de agresiones y cuestionamientos del Estado Egipcio contra las y los defensores de derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil, particularmente quienes defienden los derechos de las mujeres.
Mozn Hassan, es destacada feminista conocida a nivel internacional por su extenso trabajo en la construcción del movimiento feminista y la lucha contra la violencia sexual en el ámbito público, ella junto con la organización Nazra Estudios Feministas, han sido fundamentales para prevenir y visibilizar la violencia contra las mujeres y para exigir el avance de los derechos de la mujer en Egipto.
Su labor en el acompañamiento a mujeres sobrevivientes de la violencia sexual y la reiteración de un discurso feminista que está contra todas las formas de violencia y extremismo, les ha valido una serie de agresiones que buscan reprimir su activismo en el espacio público, como campañas de difamación sistémicos contra ella y otros/as líderes de la sociedad civil egipcios; la emisión de una orden de silencio en los medios de comunicación; además de la falta de transparencia de los cargos dirigidos contra la defensora Mozn Hassan.
Con medidas autoritarias buscan acallar a las voces críticas, haciendo uso de las autoridades fiscales egipcias “han exigido incluso el pago de varios millones de libras en concepto de impuestos retrasados a colectivos independientes; de igual forma han sido cerradas organizaciones como La Casa de la Libertad, el Centro Internacional para Periodistas y la Fundación Konrad Adenauer, mientras otras han sido exiliadas en el extranjero; asimismo los bienes de defensores de derechos humanos han sido congelados”.
Ser defensora de derechos humanos es en si mismo un desafío a las normas y estereotipos culturales que limitan la participación política y social de las mujeres, sin embargo las y los defensores son fundamentales en la construcción de una sociedad más justa y en la consolidación del Estado democrático de derecho.
Ante la manifestación atroz de la represión del Estado Egipcio sobre la sociedad civil y las defensoras de derechos humanos que podría culminar hasta en 25 años de cárcel, la comunidad internacional exige el cese a la criminalización y judicialización de la defensora Mozn Hassan y la organización Nazra Estudios Feministas y se mantiene al tanto de lo que suceda el próximo 29 de marzo fecha en que la defensora comparecerá ante el juez.
