Ciudad de México | Desinformémonos. Las bombas de racimo, cuyo uso está prohibido desde hace años, aún se utilizan de forma “intensa y reiterada” en los conflictos de Siria y Yemen, y sólo en el 2015 dejaron más de 400 víctimas, señaló Naciones Unidas.
«Ahora hay informes casi cada día sobre nuevos ataques donde se han usado estas armas en racimo», afirmó el informe del Observatorio de las Municiones en Racimo.
«Hay pruebas irrefutables del uso por parte de Rusia de bombas de racimo en Siria y/o de su participación directa junto a las fuerzas armadas sirias en ataques donde se utilizan municiones en racimo, especialmente en las regiones de Alepo, Homs y Idlib», agrega.
Entre septiembre del 2015 y julio del 2016, se realizaron 76 ataques con bombas de racimo, señaló el Observatorio.
Por su parte, en Yemen se cometieron 19 ataques con este tipo de bombas entre abril del 2015 y marzo de este año. «Como en Siria, un gran número de estos ataques tiene lugar en las zonas urbanas y pobladas: en mercados, escuelas, hospitales…», dijo al respecto Handicap International.
Durante el 2015 se registró un total de 417 heridos y muertos por este tipo de bombas, especialmente en Siria, Yemen y Ucrania, de los cuales el 97 por ciento eran civiles, y de ellas 36 por ciento eran niños.
Estas armas de racimo contienen cientos de minúsculas bombas que se dispersan en un amplio perímetro pero que no explotan todas, lo que las convierte en minas antipersonales que pueden estallar con el mínimo contacto, matando y mutilando durante y después de los conflictos.
Con información de agencias
