A Beatriz González la atropelló una unidad del Metrobús, el 28 de noviembre de 2016, al regresar de su trabajo en bicicleta, cuando circulaba por la Glorieta de Insurgentes. El Metrobús le dio alcance, la impactó por atrás y la arrastró varios metros antes de que el chófer se diera cuenta del atropello.

Mientras Beatriz llegaba al hospital, el apoderado legal de la empresa Corredor Insurgentes, concesionaria del Metrobús, interpuso una demanda contra la ciclista por los daños que resultaran en la unidad que la atropelló. La acusaron de dañar la suspensión de la unidad.

El hueso de la pierna izquierda de Beatrizquedó expuesto y lastimado a tal grado que a más de un año del accidente no puede recobrar su movilidad. Ha recibido injertos, hasido operada varias veces por pseudoartrosis y otras complicaciones. Sigue usando la silla de ruedas y no ha podido regresar a su trabajo.

Los paramédicos que atendieron a Beatrizoptaron por llevarla hasta el Hospital Magdalena de las Salinas (Hoy Gregorio de la Fuente), en la colonia Lindavista, a unos 30minutos de donde pasó el accidente, pese a que el hospital Los Ángeles queda a 7 minutos.

A Beatriz la acusan de invadir el carril exclusivo del Metrobús, sin considerar que ella utilizó la ciclovía hasta la Glorieta de Insurgentes, (donde se pierden los carrilesconfinados para las bicicletas) y que en ese entonces ni siquiera estaba delimitado el carril exclusivo del Metrobús.

Un año después, sin haber recibido ningún tipo de apoyo económico, la Organización Nacional por la Responsabilidad del Estado (ONRE), que dirige el abogado Alberto Guerrero, tomó la representación legal de Beatriz e inició una demanda contra la aseguradora Quálitas S.A de C.V. y la empresa Corredor Insurgentes “por Incumplimiento de los deberes generales de cuidado y humanidad”, y por “no evitar el mayor daño en el estado de salud de la víctima actora, como se lo exige la ley”, esta demanda la conoce el Juez 13o de Distrito en Materia Civil Exp. 372/2017.

Fue entonces cuando la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México intervino, pero no para atender la querella de Beatriz, sino para investigarla, por la querella que la empresa Corredor Insurgentes puso contra la ciclista por dañar su «camión».