En diciembre se registró la mayor ofensiva del gobierno contra las organizaciones sociales y los activistas que defienden los derechos de los trabajadores en China, pues fue ese mes el que terminó con decenas de detenidos y el número más alto de huelgas en el 2015.

El cierre de las empresas y los numerosos despidos, aunados a la devaluación de la moneda en el país, han provocado un aumento de la protestas obreras y huelgas que exigen el respeto a los derechos laborales y a los acuerdos salariales. Tan sólo en 2015, 2 mil 774 huelgas se registraron en China, duplicando las mil 379 del 2014, según el sitio China Labour Bolletin.

La ausencia de acción sindical por parte de la Federación Nacional de Sindicatos de China y el control indebido de los empleadores sobre los sindicatos a nivel de empresa, son las causas principales para que los trabajadores decidan actuar de forma independiente con el fin de reclamar una mayor democracia en las compañías, por lo que el gobierno del país redobló la represión contra los defensores y activistas obreros.

Un ejemplo de esto fue el 3 de diciembre, con la detención de al menos veinte activistas sindicales de cuatro organizaciones no oficiales, bajo el cargo de “alterar el orden público” mientras las autoridades allanaban sus oficinas y secuestraban documentos. Además, quienes permanecen detenidos no tienen derecho a la representación legal para defenderse.

Por otra parte, los obreros y organizadores de huelgas deben enfrentarse no sólo a las medidas policiales de represión, sino también a la burocracia sindical que contrata a bandas mafiosas de la zona para amedrentar a los trabajadores.
De igual forma, los medios de comunicación oficiales han lanzado campañas para criminalizar a las organizaciones obreras y sus protestas, así como para justificar sus detenciones.

A pesar de esto, la lucha contra la represión y a favor del respeto de los derechos laborales en las empresas del país continúa, con los empleados mostrando su solidaridad y resistencia ante los abusos del gobierno y las corporaciones.
Con información de La Izquierda Diario