El Asentamiento Terra Vista, ubicado en Arataca, municipio del sur de Bahía, Brasil, celebra sus 30 años en 2022. En 1992, en la madrugada de marzo, 360 familias del MST ocuparon la Fazenda Bela Vista y, bajo el lema “Ocupar, Resistir y Producir”, iniciaron un proyecto de división social de la tierra, recuperación de bosques, recuperación de manantiales, garantía de soberanía alimentaria y educación popular. En otras palabras, un programa basado en las prácticas del Buen Vivir. El sitio tiene más de 900 hectáreas en total, de las cuales 313 son selva atlántica preservada y 313 son Cacau Cabruca, que es un sistema de cultivo agroforestal. Fue en este terreno de luchas históricas que se desarrolló el I Encuentro Nacional de Redes: “Tejiendo Alianzas para Fortalecer Nuestras Luchas por el Buen Vivir de los Pueblos” .

En una tarde de jueves, arribaron las primeras delegaciones para participar de la reunión. De Maranhão, Ceará, Rio Grande do Sul, Pernambuco, Rio de Janeiro, São Paulo, Rondônia y varias regiones de Bahía, caravanas compuestas por rompedores de coco, pueblos originarios, quilombolas, pescadores artesanales, pobladores y colonos, angoleiros y angoleiras, sertanejos y sertanejas, campesinos y campesinas, terreiros y aliados y aliadas, se dieron cita en el asentamiento para compartir intensas reflexiones colectivas sobre los caminos de la lucha por la Tierra y el Territorio en Brasil y el tejido de la gran Alianza Negra, Indígena y Popular.

Cultura y Espiritualidad

“Ay, perdóname, dueño de la casa que llegué / Soy un mourão, soy un mourão que no se tambalea / Vine aquí, fue mi padre quien me envió / Y tembló, tembló, tembló”, fue el canto resonado por la caravana de la Red de los Pueblos y Comunidades Tradicionales del estado de Maranhão al entrar en la escuela Milton Santos. Entre tambores y bailes, el encuentro, que se desarrolló del 5 al 9 de mayo, recibió las más diversas manifestaciones culturales, como capoeira angola, pandereta criolla, cantos revolucionarios y cantos sacros. El programa oficial lo abrieron rituales de los pueblos originarios y quilombolas.

Calendario

En el primer día de diálogos, la Red de los Pueblos de distintos estados presentaron sus trayectorias y experiencias a las demás. Se compartieron entre los presentes relatos de conflictos en el campo, estrategias de enfrentamiento y construcción de autonomía, desafíos y victorias, así como los principios fundacionales de las articulaciones en cada estado.

El segundo día, por la mañana, el maestro Cobra Mansa, del kilombo Tenondé (Bajo-sur de Bahía), propuso una experiencia basada en el cosmograma Dikenga del pueblo Bakongo. La experiencia estimuló una reflexión colectiva sobre la ascendencia y la relación de cada persona con su comunidad. Por la tarde, dos ruedas de conversación protagonizaron los debates sobre “Comunicación y Educación” y “Relaciones de Género y Diversidad en los Territorios”.

El tercer día estuvo dedicado a discusiones sobre temas vitales para la lucha de los pueblos en Brasil. “Tierra, Territorio y Defensa”, “Comunicación, Salud y Educación”, “Guerra contra el Hambre y por Autonomías”, “Luchas Tradicionales y Autodefensa” fueron los temas discutidos por grupos y luego llevados al plenario al final de la tarde. Por la noche, se leyó la carta oficial del encuentro y se celebró el 10º aniversario de la Teia dos Povos da Bahia.

Consensos y Acuerdos
A partir de los diálogos realizados en las mesas de diálogo y en los relatos de experiencia, se establecieron algunos acuerdos entre las Redes, entre los que destacan la importancia central de la lucha por la Tierra y el Territorio, la composición del Bem Viver, la guerra contra el hambre y por la soberanía alimentaria, el rescate de las luchas tradicionales como estrategia de autodefensa, la destrucción del patriarcado y la defensa de la salud y la educación contracoloniales. Principios esenciales como la circularidad, el cuidado de la madre naturaleza, el respeto a la diversidad entre los pueblos y, sobre todo, la ancestralidad, se han consolidado como esenciales para los horizontes buscados.

Acto Simbólico Entre la madrugada y la mañana del lunes, algunas caravanas regresaron a sus territorios. El martes (05/10), los participantes que permanecieron en el lugar realizaron un acto simbólico de siembra con mudas compartidas por los diferentes pueblos presentes en el encuentro. Se plantaron frutas como cupuaçu y guayaba.

La siembra de cierre simbolizó el compromiso asumido entre las redes

Fotos: Alass Drifts | @derivajornalismo.

Horizontes “Volvamos sobre los pasos sabiamente. Aquí hay muchos sabios y sabias, nosotros sabemos cómo hacerlo. No estamos inventando cosas lindas aquí. ¿Qué es el buen vivir si no es que una mujer vaya a casa ajena y espere tres días a que nazca un hijo? ¡Ya lo practicamos! Vamos a ver lo que ya tenemos. Es tiempo de organicidad y practicidad”
Mara Ponte – Quilombo Engenho da Ponte (BA).

“Sé que cada uno de los que estamos aquí tenemos algo importante que traemos, del pasado, de nuestro papá, mamá, abuela, abuelo y bisabuelo. Y olvidamos esta lección e intentaremos aprender una lección que no servirá de nada. Le he estado diciendo al personal de la universidad: ‘No tengo un título universitario, pero no estoy celoso de los profesores universitarios’. Digo esto porque puedo. Aprendí de mi madre, mi padre, mi abuelo, mi abuela. Aprendí de los ancianos de mi comunidad”.
Maestra Maria Mayá Muniz Pataxó Há-Há-hãe – Aldea Caramuru Catarina Paraguassú (BA).

“Que el tejido sea así: que el principio sea el de la circularidad, y no el de la pirámide. La pirámide está introyectada en nuestra cabeza porque así fuimos formados. Nosotros, en el proceso de descolonización, necesitamos deconstruir esto”.
Meire Diniz – Consejo Misionero Indígena (CIMI), regional Maranhão.
“Aprendí que para un barco sin timón todo viento es bueno. Cuando tenemos una dirección, no todo viento es bueno. Necesitamos maniobrar el bote para llegar al destino, y esto lo hacemos con el remo, o con la vela. Cambiamos la posición del remo, elegimos un mejor remo, cambiamos la posición de la vela, porque tenemos un destino, un puerto al que llegar”.
Jefe Ku’ Tum Akróa-Gamella (MA).