Ciudad de México | Desinformémonos. Un millón 641 mil litros de agua diarios era lo que la empresa Bonafont extraía desde el municipio de Juan C. Bonilla, en Puebla. Las comunidades aledañas, organizadas como Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y de los Volcanes, detuvieron las operaciones de la trasnacional, primero con un plantón el 21 de marzo de 2021, y luego con la toma de las instalaciones el 8 de agosto.

La planta de Bonafont se convirtió en el Altepelmecalli, Casa de los Pueblos, un espacio autónomo para gestionar la recuperación de los pozos de agua, crear proyectos culturales, educativos y de comunicación, y un centro de reunión para la organización de los pueblos.

«Cuando los pueblos recuperamos lo que de por sí era nuestro, empezamos a regar los campos, generamos proyectos colectivos de salud, de educación, de trabajo, y adaptamos el espacio a nuestra vida como pueblo», explica uno de los integrantes de Pueblos Unidos en el Altepelmecalli. Sin embargo, la Casa de los Pueblos fue desalojada el pasado 15 de febrero por la Guardia Nacional, la policía estatal y la policía municipal, devolviéndole a Bonafont sus instalaciones para continuar con la sobreexplotación de los mantos acuíferos de la región.