El próximo 13 de octubre se llevará a cabo una audiencia en el Juzgado de Control Neza-Bordo, en el Estado de México (Edomex), para determinar la culpabilidad o no de Roxana R.S, joven indígena originaria de la mixteca oaxaqueña, acusada de homicidio con “exceso de legítima defensa” por defenderse de su agresor sexual.
A Roxana se le acusa de los delitos de homicidio, y delitos contra el respeto a los muertos y violación a las leyes de inhumaciones y exhumación establecidos en el Código Penal del Estado de México, por la supuesta manipulación del cuerpo, acusaciones por las que ya lleva 6 meses en prisión preventiva.
En la audiencia, continuación de la etapa intermedia del juicio, se va a determinar si puede existir o no un acuerdo para obtener la libertad condicionada sobre el delito del respeto a los derechos de los muertos. De no existir acuerdo se procederá a la discusión y depuración de los medios de prueba.
El día de los hechos, el pasado 7 de mayo, Roxana –que desde hace 6 años habitaba en el municipio de Nezahualcóyotl-– convivió con una conocida suya. Más tarde llegó un joven, quien insistió en acompañarla a su domicilio y luego, en estado de ebriedad, pidió que lo dejara dormir en casa de ella, relató a Cimacnoticias la defensora legal de la joven, la abogada Abigail Escalante (integrante de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos A.C.), quien asegura que este relato es el que consta en la carpeta de investigación.
Roxana aceptó que el joven se quedara en su casa por consideración, relató la abogada, pero le acondicionó un espacio en el suelo para que durmiera ahí. No obstante, durante la madrugada del 8 de mayo, el joven fue hasta donde Roxana dormía y la agredió sexualmente.
Para defenderse, Roxana propinó a su agresor un golpe en la cara, lo que le causó que sangrara por la nariz, lo que también consta en los peritajes del expediente, dijo la abogada. En respuesta, el joven ofendió y amenazó a Roxana con matarla. Ella intentó salir de la habitación pero él le cerró la puerta y en un momento de descuido, cuando él se agachó a limpiarse la sangre, la joven tomó una playera y lo asfixió.
“Esto es una maniobra de legítima defensa porque no hay una desproporcionalidad entre la amenaza y los mecanismos empleados para defenderse de ella; es decir, ella actuó con lo que tenía a su alcance. No estaba armada y no pretendía quitarle la vida a nadie. Fue un acto en defensa”, explicó la abogada.
Sin saber qué hacer y aún enojada por el intento de agresión, Roxana cayó en un estado de shock, dijo Escalante, lo que derivó en que le ocasionara algunas heridas con un instrumento casero al cuerpo ya sin vida de su agresor. Aún alterada, la joven movió el cuerpo y lo pretendía dejar en la vía pública.
“De ninguna manera ella pretendía descuartizarlo ni llevó a cabo estas acciones con otras personas (como ha difundido la familia del joven) porque el mismo certificado médico forense no arroja tales conjeturas”, explicó.
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Cuando la Fiscalía General de Justicia del Estado de México detuvo a Roxana, ella informó inmediatamente y sin hablar antes con ningún defensor que había sido víctima de una agresión sexual pero esto no formó parte de la hipótesis del caso en la defensa de la joven.
“De ahí que se pueda determinar que la investigación no se hizo con perspectiva de género. Ellos ni siquiera eran pareja, no tenían ninguna relación, y de manera estereotipada, la policía de investigación dice que el delito se realizó por venganza”, detalló la abogada.
Una vez detenida, la Fiscalía asignó a Roxana una defensoría de oficio que dejó pasar los plazos y nunca presentó pruebas a favor de ella, ni siquiera su propia declaración, explicó la nueva defensa. Sin posibilidad de defenderse, el caso fue judicializado.
A fin de evitar que Roxana fuera criminalizada por defenderse de su agresor, distintas colectivas feministas y su familia organizaron protestas afuera del Poder Judicial en el Edomex e incluso afuera de Palacio Nacional, durante la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Producto de esta presión, en agosto pasado el Juzgado ordenó reabrir la investigación contra Roxana R.S, brindarle un traductor de lengua indígena y realizarle un peritaje psicológico y psicosocial con perspectiva de género.
El juez señaló que en el análisis e investigación se debe contemplar si la acusada estaba en vulnerabilidad y cuáles eran las condiciones o circunstancias de vida en las que se encontraba cuando cometió el presunto delito. De la misma manera ordenó al ministerio público llevar a cabo los peritajes necesarios y asignó un traductor de lengua mixteca para que Roxana, oriunda de Pinotepa Nacional, pueda tener mejor comprensión de su defensa.
Con esta nueva determinación se permitió que Roxana compareciera y se le reconociera su calidad de indígena mixteca, hablante de una lengua indígena y aportara nuevas pruebas para su defensa hasta el nuevo plazo de investigación que concluirá el próximo 13 de octubre de 2021.
“El exceso en la legítima defensa sólo se configura cuando la repulsa lícita de la agresión va más allá de lo necesario para evitar el peligro que ésta implica.”
La defensora Elsa Arista, integrante de la “Asamblea Nos Queremos Vivas Neza” (que acompaña a la familia de Roxana), también solicitó en una reunión a la Fiscal Central de Género del Edomex, Dylcia García, que Roxana y su familia fueran reconocidas como víctimas y se les garantizaran medidas de protección, toda vez que temen posibles ataques por parte de la familia de su agresor.
Roxana R.S es una joven indígena originaria de Pinotepa Nacional, en el estado de Oaxaca que emigró a Nezahualcóyotl a los 14 años con la aspiración de tener una mejor vida. Antes de ser encarcelada, con la responsabilidad de un hijo de cuatro años, Roxana trabajaba vendiendo papas fritas en un carrito de comercio ambulante.
El día de la siguiente audiencia se llevará a cabo una Jornada Anti-carcelaria por la libertad de las mujeres en situación de reclusión “#LibertadParaRoxana” para que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México se desista de la acusación contra Roxana.
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