Ante la amenaza de que las fuerzas armadas permanezcan de forma permanente en las calles si se aprueba la reforma constitucional con la que se constituiría la Guardia Nacional, Amnistía Internacional (AI) pidió a los legisladores que rechacen el dictamen que le permitía a la Guardia “realizar funciones policiales y abriría la posibilidad para que ésta ejecute órdenes judiciales y otras tareas que hasta ahora estaban expresamente reservadas a las instituciones policiales civiles”.
“El dictamen modifica trece artículos de la Constitución mexicana para crear una nueva fuerza de seguridad pública llamada ‘Guardia Nacional’ que estaría integrada por las fuerzas armadas (Ejército y Marina), e incluiría el papel de la Policía Federal bajo un modelo militar. Si se aprueba, el proyecto de ley pasará al Senado para su discusión y votación”, explicó AI, que aseguró que la propuesta carece de suficientes mecanismos de supervisión de las acciones de las fuerzas armadas, así como pasa por alto la urgente necesidad de fortalecer las instituciones civiles de policía y en su lugar propone que la Policía Federal sea parte de la Guardia Nacional.
Con la reforma constitucional propuesta, los poderes de la Guardia Nacional se ampliarían, señaló Amnistía. Además, destacó, el poder Ejecutivo indicó en un documento aparte que hay planes para asegurar que la nueva fuerza de seguridad esté bajo control de la Secretaría de la Defensa Nacional y reciba entrenamiento militar.
Por ello, Amnistía Internacional difundió un pronunciamiento en el que llama a los legisladores a no aprobar la reforma y velar por la garantía de los derechos humanos en México.
