Organizaciones civiles rechazan categóricamente las descalificaciones de que han sido objeto los integrantes de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos, Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT), en particular los defensores de derechos humanos que acompañan el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa víctimas de desaparición forzada.
A través de un pronunciamiento, las 75 organizaciones que conforman la Red TDT manifiestan su preocupación pues a las descalificaciones del gobierno federal hacia las voces críticas de organismos internacionales y civiles respecto de la crisis de derechos humanos que vive el país, se suman “algunas otras voces que, sin contar con información seria y documentada, mediante juicios genéricos y de mala fe han comenzado a descalificar la labor que realizamos los organismos civiles de derechos humanos”.
Es el caso, por ejemplo, de los “constantes ataques infundados” contra Vidulfo Rosales y Abel Barrera, del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, y de Manuel Olivares, del Centro de Derechos Humanos Morelos y Pavón. También de los “señalamientos infundados” que aluden a un supuesto conflicto de interés entre Mario Patrón, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, y Emilio Álvarez Icaza, secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como de los cuestionamientos sobre la veracidad de las denuncias que develaron la masacre de Tlatlaya, en el Estado México.
Alarma a las organizaciones civiles el clima de animadversión e intolerancia, “un terrible diagnóstico de nuestras libertades democráticas”, que se gesta en torno a la labor de la independiente que realiza la Red TDT y los actores internacionales que acompañan las legítimas demandas de justicia para las víctimas de los hechos perpetrados en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014 en Iguala.
Ante lo que, advierten, podría ser el comienzo del endurecimiento contra el trabajo civil en materia de derechos humanos, la Red TDT se adhiere plenamente al llamado reciente de Zeid Ra’ad Al Hussein, Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU en el sentido de enfocarse en el mensaje y no matar a los mensajeros. Los defensores piden, asimismo, el respeto irrestricto al trabajo que realizan a nivel nacional.
