Sólo Jacinta, Alberta y Teresa podrán decir si el perdón oficial y público repara las injusticias y el dolor provocado no sólo por unos agentes policiacos, ni sólo por la institución a la que éstos pertenecen –la Procuraduría General de la República (PGR)–, sino por un sistema que las oprime y las margina, no sólo a ellas como indígenas, no sólo a ellas como mujeres y no sólo a ellas como pobres. No es poco, aunque nunca será suficiente, que el Estado sea forzado a pedir perdón a sus víctimas en un espacio de dignidad y decoro para ellas.
Por eso hoy su victoria es la de los oprimidos, su dignidad la de los de abajo y su mirada, la nuestra.
El himno nacional entonado por niños ñañus en el acto de disculpa pública que pide la PGR a las indígenas Alberta, Jacinta y Teresa, a quienes encarcelaron injustameje. Hoy en el Museo de Antropología e Historia, Ciudad de México
Acto en el que el Estado mexicano pide perdón a las indígenas Jacinta, Alberta y Teresa, encarceladas injustamente por la PGR. Hoy les piden una disculpa pública. En estos momentos la voz de Jacinta
«No se preocupen por su dinero, no lo necesitamos… No es suficiente el perdón, no estamos contentas…enviaron a funcionarios mediocres»: hija de Jacinta, una de las tres indígenas excarceladas injustamente a las que hoy el Estado mexicano les pidió perdón, en un acto público frente a l titular de la PGR, Raúl Cervantes.
Don Cristóbal, abuelo de las ñañú Alberta y Teresa, habla sobre lo que significó el encarcelamiento para toda la familia, quienes vendieron todo lo que tenían para solventar los gastos de la prisión, hoy durante el acto en el que el Estado les pidió disculpas por las injusticias y las violaciones a sus derechos humanos.
«No estoy contenta (con el perdón que le pidió la PGR) hasta que ya no haya injusticias»: Jacinta al salir de acto público en el que el Estado declaró su inocencia y le pidió una disculpa pública a ella y a Teresa y Alberta por haberlas encarcelando injustamente.
Con consignas por el resto de los presos que se encuentran tras las rejas injustamente, finalizó el acto en el que la PGR pidió perdón a Jacinta, Alberta y Teresa por haberlas encarcelado y haber violado todos sus derechos,ayer en el Museo de Antropología e Historia en la Ciudad de México.
Que le pidan disculpas a todos los que tienen presos injustamente, pide Jacinta al titular de la PGR que le pidió perdón por haberla encarcelado injustamente junto a Alberta y Teresa.
Aquí el relato de su historia en su propia voz, durante el acto público de reconocimiento de su inocencia y pedido de disculpa.
«El perdón no borra la injusticia», dice el padre de Alberta, una las tres indígenas ñañú a las que hoy el Estado les pidió perdón por haberlas encarcelando injustamente.
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Obrigada, muuuuiiii