Abeer Abu-Jaiab era una mujer de 45 años y con 9 hijos del campamento de refugiados de Maghazi, en la zona centro de la franja de Gaza. Estaba embarazada de su hija menor cuando le diagnosticaron cáncer de pecho en septiembre de 2012. En ese momento, después del nacimiento de su hija, Abeer fue tratada con seis ciclos de quimioterapia en el Hospital Augusta Victoria de Jerusalén y en el de An-Najah en Nablus. En octubre de 2014, Abeer se hizo unas pruebas en el hospital de Assuta en Israel, donde se confirmó la peor de las noticias: el cáncer se había propagado.
En enero de 2017, Abeer fue enviada de nuevo al Hospital Augusta Victoria para tratarse con Herceptin. Solicitó dos veces a las autoridades israelíes permiso para salir de la Franja y poder estar en sus citas del 15 de febrero y el 22 de marzo. Sin embargo, no recibió la aprobación y no pudo recibir el tratamiento que tanto necesitaba. La salud de Abeer se deterioró tanto que murió cuatro meses después en el Hospital Al-Aqsa en Gaza, el 8 de junio de 2017, mientras seguí a la espera de su permiso para poder obtener la atención médica que necesitaba.
El bloqueo de Israel sobre Gaza afecta a todos los ámbitos de la vida de las personas, incluso a la supervivencia: durante el año pasado, más de un tercio de los permisos solicitados para recibir tratamiento fuera de la Franja, fueron denegados o retrasados por Israel.
La postura de Israel está provocando la muerte de decenas de personas inocentes. Mujeres como Abeer, a quien el retraso continuado de su permiso para recibir tratamiento en Jerusalén, provocó su muerte en un hospital de Gaza. O la pequeña Aya, de solo 5 años, que nació con un desorden metabólico, y que murió sin que sus padres obtuvieran siquiera una repuesta a su petición.
Es urgente: las personas enfermas no pueden esperar a que Israel cese el bloque atroz que ejerce sobre la población de Gaza. Es su obligación permitir a las personas el acceso inmediato a un tratamiento que pueda salvarles y mejorar su calidad de vida.
Las personas enfermas no pueden esperar a que Israel cese el bloqueo atroz que ejerce sobre la población de Gaza. Es su obligación permitir a las personas el acceso inmediato a la salud, a un tratamiento que pueda salvarles y mejorar su calidad de vida.
Publicado originalmente en Comité Español de la UNRWA
