Se cumplió un año del inicio de la Gran Marcha del Retorno, encabezada todos los viernes por los palestinos y las palestinas de Gaza en demanda de sus derechos históricos.
El viernes pasado, se cumplió un año de la Gran Marcha del Retorno, que todos los viernes los palestinos y las palestinas encabezan en la Franja de Gaza, en demanda del fin de la ocupación israelí y en reclamo de que los palestinos que fueron empujados al exilio, luego de la creación del Estado de Israel, puedan volver a sus tierras.
Durante la masiva jornada en Gaza, en la que que participaron miles de pobladores y pobladoras, las fuerzas militares israelíes volvieron a reprimir, dejando como saldo a tres personas muertas y decenas de heridos. La Marcha del Retorno también sirvió para conmemorar el Día de la Tierra, en recuerdo del 30 de marzo de 1976, fecha en que los palestinos y las palestinas lanzaron una huelga general luego de que Israel anunciara un plan para expropiar gran cantidad de tierras para dedicarla a nuevos asentamientos judíos.
Un día antes de la Gran Marcha del retorno, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas publicó un informe en el que certificó que el Ejército israelí pudo haber cometido crímenes de lesa humanidad durante las represiones en Gaza del año pasado. El Consejo confirmó que los soldados hebreros dispararon fuego real contra niños y personas con discapacidad desarmadas. Desde que comenzaron las protestas en la Franja, que se repiten todos los viernes, 183 palestinos y palestinas fueron asesinados, y más de 20.000 resultaron heridos. Entre las víctimas mortales, 35 son menores de edad.
En el documento presentado por Naciones Unidas, se encontraron evidencias de que los militares israelíes cometieron graves violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Según el informe, se realizaron disparos intencionados contra los niños y personas con discapacidad, además de a los periodistas que cubrían las manifestaciones, pese a que portaban sus chalecos de prensa.
El organismo de Naciones Unidas demandó el arresto “a las personas que presuntamente cometieron u ordenaron cometer esos crímenes” y que se inicien los procesos penales correspondientes. En el trascurso del año pasado, aviones militares no tripulados israelíes lanzaron bombas incendiarias contra las carpas instaladas a lo largo de la frontera oriental de Gaza. Del mismo modo, se asesinaron a médicos y enfermeras mientras atendían a los heridos, tal y como ocurrió con los disparos que recibió Raza Al Najjar, de 21 años, mientras atendía a los heridos de los disparos de los francotiradores israelíes.
Para la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, el saldo de la represión israelí durante las Marchas del Retorno es de 195 palestinos muertos, entre ellos, 41 niños y niñas, y 28.939 pobladores heridos, entre el 30 de marzo de 2018 y el 22 de marzo de 2019.
En una entrevista a la agencia Europa Press, el periodista y activista palestino Ahmed Abú Artema, considerado uno de los principales organizadores de las Marchas del Retorno, indicó que las masivas movilizaciones tienen como objetivo recordar la situación de seis millones de refugiados palestinos descendientes de los expulsados en 1948 por Israel.
“Por desgracia, hemos observado que, desde el inicio de las marchas, es Israel quien ha presionado a favor de la violencia, apilando víctimas palestinas. Entendimos por esto que Israel no quiere que los palestinos usen la resistencia no violenta porque la resistencia no violenta dañará la imagen de propaganda que Israel comercializa al mundo”, aseveró Artema.
El activista palestino explicó que todas las facciones palestinas, ya sean el gobernante Movimiento Al Fatah como el Movimiento de Resistencia Islámico Hamas –que controla Gaza- “son parte de la gente y deben participar en todos los aspectos de la resistencia”.
“Porque no existen dos sociedades en Gaza, donde una es el pueblo palestino y la otra es Hamas –remarcó Artema-. Hay una sola sociedad cuyos miembros pertenecen a diversas facciones, políticas e ideológicas. Por lo tanto, todas estas facciones están presentes entre la gente, incluida Hamas, que ganó la mayoría en las elecciones de 2006”. Sin embargo, el activista reconoció que “que la naturaleza de la marcha había quedado más clara cuando estaba dirigida por la gente normal y activistas juveniles no afiliados a las facciones estándar”.
La Marcha del Retorno del viernes tuvo como escenarios los bombardeos masivos que la aviación israelí lanzó unos días antes sobre Gaza. El Centro Palestino de Derechos Humanos (CPDH) informó que, entre el lunes y el martes pasados, en apenas 12 horas, Israel descargó 66 misiles contra 34 objetivos a lo largo de la Franja, incluidos edificios residenciales e instalaciones civiles.
Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) informó que los ataques aéreos causaron daños en 500 casas, otras 30 fueron totalmente destruidas y 13 familias palestinas se quedaron sin hogar, además de que cientos de residentes en Gaza debieron abandonar sus casas.
El secretario del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda de Palestina, Naji Sarhan, declaró la semana pasada que el costo total de los daños ocasionados por los últimos ataques aéreos de Israel a Gaza asciende a dos millones de dólares. El funcionario recordó que, en noviembre de 2018, durante otros ataques israelíes, 77 viviendas resultaron destruidas por completo y otras 1.170 de forma parcial, elevando el costo de los daños materiales a cinco millones de dólares. Sarhan indicó que se necesitan 140 millones de dólares para volver a reconstruir la Franja de Gaza tras las anteriores invasiones israelíes y los ataques continuos de la aviación hebrea.
Publicado originalmente en La tinta
