Una campaña para promover la venta de grano orgánico en los mercados nacional y local inició en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, con el impulso de la Unión de Productores Majomut, que agrupa a mil familias indígenas de 35 comunidades de los Altos de Chiapas dedicadas a la caficultura.

Fernando Rodríguez, coordinador de la campaña, explicó que ésta tiene como objetivo continuar con la producción de café orgánico certificado y de comercio justo, mediante el apoyo a la renovación de los cafetales con variedades resistentes a la roya y el rescate de las variedades arábigas que ya se adaptaron a la región, así como apuntalar las labores culturales relacionadas con la producción de café.

Rodríguez señaló que la producción disminuyó el año pasado más del 50 por ciento a causa de la roya, y afirmó que “la idea es ir expandiendo más el consumo interno nacional y local, ya que una buena parte del café no es exportable pero sigue siendo de alta calidad, y qué mejor si abrimos una campaña para recordarles a los consumidores que aquí estamos, que con cada kilogramo que consuman contribuirán a que el productor renueve y conserve sus plantaciones para que la gente salga menos de las comunidades”.

“Tal vez no podemos evitar la migración pero sí reducirla y al menos el productor no se desarraigará porque regresará a hacer el trabajo en su cafetal, y sobre todo conservará el territorio porque esa es la parte que más le preocupa a la gente, qué pasará dentro de uno años, si, por ejemplo, ya no hay café o vienen empresas a perforar el suelo, extraer petróleo, minerales, etcétera”, agregó.

Por otra parte, Rodríguez indicó que la campaña pretende “promover el producto, el café orgánico, de comercio justo para haya un consumo más responsable, pero también hacer partícipes a los consumidores de que por un lado está la responsabilidad del productor de producir un buen café de calidad, ausente de químicos y también la responsabilidad del consumidor de reconocer la calidad y el esfuerzo de los pequeños productores”.

Una parte de los ingresos que se obtengan por la venta del café se destinará a la renovación de los cafetales, la compra de bolsas de empaque y la expansión de la lombricultura “para contar con materiales minerales permitidos por la certificadora orgánica pero que ayudan a controlar la roya”.

Con información de La Jornada