Entre el 14 y 17 de diciembre pasados, se realizó en las instalaciones de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, de Tiripetío, Michoacán, el XX Foro Nacional de Educación Primaria Rural.
En la declaratoria que resultó de la actividad, los docentes y estudiantes de 11 escuelas Normales del Estado de México, Chiapas, Aguascalientes, Durango y Michoacán se pronunciaron en contra del Plan Integral de Diagnóstico, Rediseño y Fortalecimiento de las Escuelas Normales, ya que, según concluyeron, éste “pretende asentar un nuevo golpe al normalismo”.
El PIDRFEN “tiene como propósito principal eliminar la especificidad del normalismo en los procesos de formación inicial docente, en aras de abrir este campo a las demás Instituciones de Educación Superior públicas y privadas, provocando la despedagogización de los docentes de formación, pues la pedagogía corresponde y se desarrolla centralmente en las escuelas Normales”.
Otras de las razones por las que las comunidades reunidas en la Normal de Tiripetío manifestaron su rechazo a este plan es por su intentona de reducir la oferta educativa de las escuelas Normales a dos licenciaturas y porque comparte los fines de la Ley General del Servicio Profesional Docente (el corazón de la Reforma Educativa) al plantear la formación de docentes idóneos para la educación obligatoria y redefinir los perfiles profesionales de los docentes de las escuelas Normales.
Aunado a lo anterior, el PIDRFE fue “diseñado desde las cúpulas de las burocracias instaladas en la Dirección General de Educación Superior y Profesionales de la Educación y el Instituto Nacional para la Evaluación Educativa”, y “parte de un diagnóstico parcial y sesgado sobre la situación que guardan las escuelas Normales y demás instituciones formadoras de docentes”.
Las comunidades académica y estudiantil de 11 Normales del país recuerdan que las escuelas Normales que aún sobreviven son fruto de las luchas del pueblo mexicano emprendidas durante los siglos XIX y XX por asegurar el derecho social a la educación para todos los niños y jóvenes del país. Enfatizan, asimismo, que desde su creación, su papel ha sido formar docentes con mentalidad crítica y compromiso a favor de la justicia social.
Es por ello, precisan, que a lo largo de su historia estas instituciones, consideradas como una amenaza al proyecto político y educativo de las clases en el poder, han sido blanco de constantes ataques gubernamentales. Entre los ataques se encuentran: el cierre, en 1966, de más de las mitad de las escuelas Normales rurales; la constante imposición de diversas modificaciones a sus planes de estudio; la imparable reducción de su matrícula de nuevo ingreso; la cancelación de la plaza automática para sus egresados; el uso de la represión física y psicológica hacia sus estudiantes.
