Mujeres Transnacionales

Gretchen Kuhner, Instituto para las Mujeres en la Migración, AC

Las Marchas de Mujeres y las Mujeres en la Migración

Mientras los medios de comunicación seguían hablando de la ceremonia presidencial de Donald Trump y comparaban el número de personas asistentes entre el presidente saliente y el actual, las mujeres del mundo se estaban movilizando, y por mucho superarían en números a cualquier ceremonia presidencial. Era el sábado 21 de enero, cuando millones de mujeres de todas las edades y nacionalidades salieron a las calles como símbolo de unidad y democracia, ante los mensajes de odio, discriminación y xenofobia. El país de las libertades despertaba del sueño americano.

Las calles de todo Estados Unidos, y de más de 30 países, se habían inundado de consignas contra el desde de Trump hacia las mujeres, el odio y el autoritarismo. Millones de mujeres, y hombres solidarios, se pronunciaron por los derechos de las mujeres y su derecho a decidir; el acceso a la salud reproductiva; el cuidado del medio ambiente; los derechos de la población indígena e migrante; las trabajadoras del hogar; la comunidad LGBTTTI y afroamericana.

Creatividad y humor negro fueron los componentes que enmarcaron esta marcha, desde los gorros rosas que las mujeres portaron hasta las consignas. A cada paso se podían leer carteles con mensajes como: “sin odio, sin miedo, todo el mundo es bienvenido aquí”; “si construyes tu muro, mi generación lo derribara”; “Trump, mi padre indocumentado pagó más impuestos que tu”; “construyan un muro, pero alrededor de Trump”. Detrás de cada pancarta la pregunta de fondo fue ¿cómo organizarse y mantener la unidad para incidir en los congresos locales y federales con temas concretos?

Para las mujeres en la migración, todos los temas son apremiantes. Si eres una de las 5.5 millones de personas residiendo en Estados Unidos sin documentos migratorios, la urgencia es evitar la deportación y la separación familiar. Si tienes documentos a través de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), como es el caso de 560,000 jóvenes mexicanas y mexicanos, la prioridad es presionar a Trump y al Congreso para que aprueben la iniciativa para regularizar a esta población o por lo menos que no les cancelen DACA.

Para las más de 3 millones de mujeres migrantes trabajadoras del hogar que limpian y cuidan a niñas, niños y personas enfermas y de la tercera edad, la prioridad es un contrato laboral, prestaciones y un pago justo. Mientras que para las 6 millones de mujeres mexicanas viviendo en ese país, el panorama que presenta la nueva administración es abrumante: posibilidades de perder documentación migratoria y restricciones en el acceso a la salud, en particular a la salud reproductiva y el aborto.

Y es que hoy, “es un momento muy difícil para ser mujer e inmigrante en este país. Nuestra dignidad, nuestros derechos han sido atacados…hoy estamos marchando por nuestras familias, por nuestro futuro, por las causas que reclamamos y nos reclaman…no dejaremos de ser una nación de inmigrantes para ser un país de ignorantes», señalaba América Ferrera. Mientras que Sophie Cruz, con apenas seis años de edad, nos invitaba a “luchar con valentía para proteger a las familias…a luchar por lo justo”.

En medio de la unidad, un halo de miedo e incertidumbre se hacía presente, sobre todo ante una administración que promete censurar a la prensa y proveernos de “hechos alternativos”. Quizá ese es el mensaje más importante de la marcha, reconocer que hemos entrado en una etapa donde el Estado producirá información sin evidencia, y legislara y generara políticas con base en lo que quieren que sea y no en lo que es.

Porque las cosas van en serio, al menos a unas horas de iniciada la nueva administración, Trump re-instaló la política de prohibir a las agencias de desarrollo de Estados Unidos cualquier financiamiento al trabajo relacionado con el aborto. Así mismo, designó a Julie Kirchner, como Directora de Personal de US Border and Customs Protection (CBP). Kirchner fue directora de FAIR durante 10 años, una de las organizaciones anti-inmigrantes que promueve un moratorio contra toda la migración hacia Estados Unidos y tiene una agenda abiertamente racista. A los pocos días firmaría más órdenes ejecutivas, esta vez para la construcción de muro en la frontera con nuestro país.

Ante esta situación, las buenas intenciones se quedarán cortas, sino generamos acciones que trasciendan las movilizaciones. El poder está de nuestro lado, aunque los poderosos nos quieran hacer creer que esta de lado suyo. Por lo que ante la era Trump, esa del autoritarismo, las regresiones y la mordaza, la generación, análisis y difusión de información contundente será más importante que nunca. Por delante, nos espera mucho trabajo de incidencia y probablemente de litigio para proteger los derechos de las mujeres en la migración, de ambos lados de la frontera, porque con o sin leyes migratorias, con o sin Trump, las mujeres y sus familias transnacionales seguirán organizándose. ¡¿Estamos listxs?!

Twitter: @imumidf // www.imumi.org

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