(1 de mayo, 2014).- El día de hoy será largo, tantas historias que contar y tan poco tiempo. ¿Qué es ser trabajador en México? Juan es un plomero a quien su padre le inculcó el oficio, hoy tiene más de 60 años de vida pero no existe día en el que no se ponga en las inmediaciones de la catedral con un letrero, para que alguien le dé una “chambita”.

La competencia es fuerte, pues además de él, existen otros cinco hombres con el mismo letrero, e incluso unos se ven más jóvenes. Juan tiene que hacer un trabajo al día para poder llevar algo de comer a su casa, en donde le esperan su mujer Rosa y dos hijos. Tiene otro, pero ese ya está grandecito, relata.

A la pregunta de ¿cómo ve su futuro en relación a su situación laboral?, lanza un gran suspiro y mira al cielo como esperando respuestas. Contesta que le gustaría tener un trabajo estable, no pide más, pues sabe que no tiene más conocimientos que la plomería, mientras continúa relatando hasta que una mujer llega y le pregunta por su trabajo.

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Miguel M. vende tamales afuera de una panadería en Naucalpan de Juárez, Estado de México, y asegura diariamente estar por las tardes en ese punto. Todos los días, él y su familia hacen alrededor de 400 tamales, algunas veces los vende todos. Es parte de varios puestos que se dedican a lo mismo.

“Los tamales sí me dan para ir sobreviviendo”, asegura muy convencido. Aunque a la vez comenta que por hacer tantos tamales, muchas veces se desvela. Trabaja desde las 6:00 horas hasta las 10:30. Se ve esperanzado por el futuro y espera que continúe vendiendo tamales y que le sigan comprando para poder seguir sobreviviendo.

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Luis es contador público, hace un año y medio le dio un infarto, y posteriormente otro. Hoy asegura que “gracias a Dios”, se encuentra bien de salud. También explica que ahora es vendedor, porque ya no le dan trabajo; él tenía su despacho, tenía una joyería, pero le robaron más de un millón de pesos y decidió volverse comerciante como su padre.

Coleccionar billetes antiguos es su negocio, heredado por su progenitor, explica mientras muestra un billete mexicano de 1914: los primeros en el país. También relata que tiene siete hermanos, y que al fallecer su padre, su madre no les permitió abrir la caja de billetes hasta que ella muriera. Cuando ella murió, sus hermanos y él encontraron un gran tesoro: monedas y billetes que se ha dedicado a intercambiar. “Nunca te debe de faltar un billete de 2 dólares en tu cartera”, señala, extendiendo un papel moneda.

“Tengo tres hijos varones y una mujer, y en este momento tengo todo”, explica. “En México estamos por los suelos, los gobernantes no pisan el suelo y no se enfocan en tanta pobreza que vivimos”.

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Raúl es taxista, aunque también es ‘todólogo’, pues a veces es psicólogo, otras veces filósofo, paño de lágrimas o hasta comediante. Asegura que en su oficio hace más que simplemente trasladar a alguien de un lugar a otro.

Lleva 10 años manejando a través de las calles de la Ciudad de México y ha estado en diferentes sitios y bases. “Hay días que son buenos y hay días que de plano no te sale”, expresa, “pues además entran gastos de caseta y mantenimiento de unidad”.

Su horario de trabajo es de las 5:00 horas hasta las 22:00. Raúl, al igual que Luis, considera que el país pasa por una crisis de trabajo, atribuyéndole esto al gobierno, pues no da buenas oportunidades a la gente que realmente está preparada y que quiere sacar adelante a México. De pronto un muchacho le hace la señal de parada y entonces Luis pregunta: “¿En dónde voy a salir?”

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Francisco es ingeniero civil, tiene que levantarse a las 6:00 horas para poder llegar a las 8:00 a su trabajo, debido al tiempo de recorrido entre su casa y la oficina.

Asegura que las condiciones laborales que tiene son buenas, pues son prácticamente las prestaciones básicas que dicta la ley. Sobre todo, por tener más de 50 años y ante un mercado competido y desfavorable en cuanto a que las empresas quieren que se tenga experiencia pero a la vez “quieren muchachos de 25 a 30 años”.

Se pregunta entonces, “¿cómo es posible que se tenga experiencia sin edad?” En el medio en que Francisco se desenvuelve va a tocar parte del auge de la reforma energética, por lo que tiene esperanza de que toque algún beneficio para su carrera profesional.

Sin embargo, también asegura que van a llegar empresas internacionales que con recursos que el gobierno afirma “no tener”, el personal capacitado, la tecnología, experiencia y necesidad real, van a ejecutar un trabajo. El resultado, a su decir, sería el desplazamiento de más de 90 por ciento de la plantilla laboral de las empresas “mediocres” del país.

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Finalmente, Violeta, una recién egresada de una de las universidades más importantes del país, asegura que la situación laboral en México no es nada favorable, y mucho menos para los jóvenes, pues la mayoría de las veces tienen que ser becarios mucho tiempo antes de poder acceder a una oportunidad real de trabajo. Asimismo, considera que las empresas lo que quieren es mano de obra barata, o perfiles muy altos pero con “sueldos paupérrimos”.