El perfil es casi similar, hombres, afroamericanos, muchos menores de 30 años y de barrios marginales de Estados Unidos. En dos años más de 14 afroamericanos han sido asesinados por policías blancos. Muchos de los casos han quedado en total impunidad.

Con el asesinato de Freddie Gray, en Baltimore, miles de personas han salido a las calles a manifestar su hartazgo contra el racismo y la segregación racial en Estados Unidos. En Nueva York, las calles se abarrotaron de indignación y rabia, sin embargo la policía de esta ciudad, conocida por ser una  de las más violentas del país, arrestó a más de cien personas por obstaculizar el tránsito.

La justicia estadunidense ha sido condescendiente con los policías blancos que han asesinado a hombres negros, pero no cuando ocurre lo contrario. Uno de los casos más polémicos es el de Mumia Abu-Jamal, periodista y ex Pantera Negra, acusado de matar a un policía blanco y condenado a cadena perpetua. Los mismos policías que lo acusaron, lo persiguieron durante sus días de activista por la liberación negra en Estados Unidos.

Eric Garner, de 43 años, padre de seis niños, murió asfixiado el 17 de julio del 2014, en Staten Island, Nueva York, luego de que policías lo arrestaron porque sospecharon que vendía cigarrillos en la calle de forma ilegal.

Michael Brown, de 18 años, fue abatido por el policía Darren Wilson. El hecho provocó fuertes protestas  en las afueras de Saint Louis, donde la mayoría de la población es negra. Además importantes ciudades como Nueva York, se sumaron a las manifestaciones de rechazo por la violencia policial.

Ezell Ford, de 25 años de edad, falleció a causa de varios disparos en la espalda, brazo y abdomen a manos de agentes de la policía de los Ángeles.

Akai Gurley, era un padre de familia de 28 años, que fue asesinado a quema ropa por una agente de la policía de Nueva York, quien  fue acusado de homicidio involuntario.

Tamir Rice, de 12 años portaba un arma de juguete, lo que causó que un agente de policía disparara en dos ocasiones contra el niño, quien falleció.

Tony Terrell Robinson, de 19 años, murió en Madison, al norte de Wisconsin, a manos de un policía. El caso provocó manifestaciones airadas, atizadas luego que el Departamento de Justicia publicara un informe abrumador contra la policía de Ferguson por racismo.

Anthony Hill, de 27 años, fue baleado por un policía que respondió a las llamadas acerca de un hombre que actuaba «desquiciado», tocando puertas y corriendo desnudo. Hill, estaba totalmente desarmado.

John Crawford de 22 años, fue asesinado por un policía en Ohio, quien confundió un arma de juguete que portaba el afroamericano en un supermercado. El Gran Jurado, concluyó que el ataque fue justificado.

Eric Harris murió por el disparo de un oficial de reserva de Oklahoma Bates. Cuando Harris agonizaba le dijo al policía: «Estoy perdiendo mi aliento,» el oficial respondió: «F * ck el aliento.»

Tony Terrel Robinson, de 19 años, murió en Madison, Wisconsin, a manos de un uniformado blanco.

Lavall Hall, de 25 años, padecía esquizofrenia, fue abatido por un policía blanco en el sur de Florida. Hasta hoy, la familia no sabe nada de la investigación.

Un policía de North Charleston, en Carolina del Sur, tras un altercado disparó ocho veces por la espalda a Walter Scott, un negro desarmado de 50 años.

Justus Howell, de 17 años, fue baleado por la espalda por un policía en Zion, Illinois.

Freddie Gray, de 25 años de edad, falleció una semana después de que la policía de Baltimore, Maryland, lo arrestara. La policía argumento que fue en defensa propia pues el afroamericano portaba una navaja. El joven solicitó ayuda médica, pero no le fue otorgada al momento. Después del funeral estallaron fuertes manifestaciones.