Panamá. El presidente Juan Carlos Varela anunció la conformación de una comisión para evaluar las reiteradas demandas de los familiares de las víctimas de la invasión de Estados Unidos a Panamá, entre ellas que el 20 de diciembre sea declarado día de duelo nacional, al rendir el sábado homenaje a los fallecidos en la ocupación ocurrida hace 25 años.

Se trata de «un esfuerzo serio y comprometido por parte del Estado… para cerrar heridas y buscar la reconciliación», dijo el presidente. La comisión estará liderada por la vicepresidenta y canciller Isabel de Saint Malo.

Varela, el sexto líder panameño elegido democráticamente tras la invasión, es el primer gobernante que participa en la ceremonia de recordación de las víctimas. El mandatario y los familiares de las víctimas participaron en una romería y misa en el cementerio Jardín de Paz en la capital, donde fueron enterrados 119 los fallecidos en la invasión, entre civiles y militares.

«Mi presencia es un esfuerzo con mucho compromiso de buscar la unidad del país, cerrar heridas, hacer justicia», dijo el mandatario. «A pesar que han pasado 25 años hay muestra clara de que aún no se ha cerrado ese luto por situaciones pendientes», apuntó.

Varela hizo el anuncio a los periodistas una vez concluyó la misa y la ceremonia de recordación.

La presidenta de la Asociación de los Familiares y Amigos de los Caídos del 20 de Diciembre, Trinidad de Ayola, consideró «positivo» el nombramiento de la comisión. «Es como que si nos devolviera ese pedazo de vida que ese día se nos fue, esa justicia es como retornarnos ese pedazo».

Las demandas incluyen que el Estado panameño apoye los esfuerzos para interponer nuevamente una demanda contra Estados Unidos, ante organismos internacionales de derechos humanos, la cual cómo mínimo exija «una disculpa» por parte de Washington.

Otro punto es que se designe una comisión de la verdad independiente para determinar la cantidad de personas que fallecieron en la invasión. Y el cuarto punto es que se construya un monumento para recordar a las víctimas de la invasión.

De acuerdo con cifras oficiales, 314 soldados y 200 civiles panameños fallecieron, mientras que por el lado estadounidense se contabilizó la baja de 23 soldados. Organismos de derechos humanos locales estimaron la cifra de muertos panameños en más de un millar.