La resistencia a la reforma educativa, en su etapa más delicada

Adazahira Chávez Foto: Cuartoscuro

México. Para los profesores que se oponen a la reforma educativa, “vienen tiempos muy difíciles”, predice el profesor normalista Enrique Ávila. Los disidentes se alzan con una reforma deslegitimada y un movimiento nacional que no existía antes de la reforma, indica el doctor Hugo Aboites, pero “el aparato de Estado y los charros golpearán selectivamente a los opositores”, predice Ávila.

La sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que agrupa a profesores de Oaxaca y quien aporta la mayor parte del contingente sostenido por cerca de dos meses en plantón en la ciudad de México, hizo una consulta a sus bases y decidió mantener al 20 por ciento de su plantilla en la protesta mientras el resto inicia el ciclo escolar.

La retirada de los oaxaqueños no implica que cese la reforma, afirmó en La Jornada el especialista Luis Hernández Navarro: “se reorganizarán, recuperarán las escuelas que los priístas tomaron, estrecharán relaciones con los padres de familia, prepararán miles de amparos contra la reforma, darán tiempo a que los contingentes descontentos en otras entidades despeguen y se prepararan para una nueva ofensiva, que muy probablemente desemboque en un paro nacional.” Los alumnos de la Escuela Normal Superior, por ejemplo, están en paro indefinido desde el 17 de septiembre.

Los docentes acordaron también que el brigadeo nacional se refuerce en las diferentes secciones que se oponen a la reforma, así como “integrar a otros sectores de la sociedad como estudiantes, campesinos, organizaciones sociales y sindicatos”. Aboites informa que los contingentes magisteriales acordaron tener una comisión negociadora única y apoyar a los contingentes emergentes en sus estados.

Ávila señala que el proceso de protesta no es homogéneo. Quien inició fue Oaxaca, pero “hubo un impacto impresionante en Veracruz, que siempre estuvo controlado por el ala más añeja del priismo”. Se agrega Aguascalientes, con dominio de la derecha “priista y panista”,  Zacatecas, donde es impresionante “cómo rompen la estructura de dominio del charrismo”, además de los contingentes más consolidados, como Michoacán, Guerrero, la sección 9 del Distrito Federal y algunas partes de la 10 y la Escuela Nacional de Maestros. El panorama deja ver que “no será sencillo imponer la reforma”, asegura el normalista.

A algunos contingentes de profesores en protesta, como a los veracruzanos, las autoridades les ofrecieron negociar en sus estados para “armonizar” la reforma, señalaron en entrevista anterior con Desinformémonos profesores de la entidad. Las posibilidades de echar atrás la reforma por estados son contradictorias, valora el especialista Hugo Aboites. Por un lado, explica, la reforma dice que se deben armonizar y limitar las leyes estatales de acuerdo con la legislación federal. Por el otro, las entidades son libres y soberanas para resolver “asuntos que les conciernen, y desde 1992 la educación es uno de ellos”.

La desobediencia como forma de resistirse a la reforma ya aprobada es posible, pero difícil, considera Ávila. “Lo que viene es una desobediencia al interior del plantel, una resistencia hormiga, pero falta que salga a la luz pública y coordinada por zona, municipio o estado”. Será “interesante y difícil”, resume.

“Existe la posibilidad de que se extiendan los casos en que la reforma no se aplique, como sucede en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN)”, valora el especialista Aboites. En todo caso, señala, habrá 32 interpretaciones distintas de la ley, una por estado, y su resultado dependerá de la correlación de fuerzas.

Ávila precisa que el retiro de una parte del contingente de Oaxaca dará paso a otras acciones de resistencia a la reforma, como negativas constantes a aplicarla y boicots a iniciativas oficialistas, “como no dejar entrar a las escuelas a los que van a aplicar la consulta del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía)”.

Tras el mes de protestas –que comprende cierre de avenidas, toma del aeropuerto internacional de la Ciudad de México, plantón en el Zócalo capitalino y en el Monumento a la Revolución, toma de instituciones estatales y de sedes del sindicato oficial, entre otras-, la reforma “queda deslegitimada”, califica Aboites. El investigador señala que no es lo mismo imponer el aumento de impuestos a través del IVA –“donde ya te dan el producto con el impuesto aplicado”- que imponer una reforma que toca un trabajo muy delicado, donde se envuelven relaciones personales maestro-alumno, sin tener el aval de los docentes.

Al menos medio millón de docentes, calibra el doctor en Educación, estarán permanentemente “criticando la reforma, y todo lo que esté mal en la educación se lo achacarán”. Salvo los empresarios que la promovieron y los funcionarios, “nadie cree ni defiende la reforma, y no es cualquier ley. Correrá una suerte muy azarosa”, afirma Aboites.

Dentro y fuera de la capital de México, las acciones magisteriales no paran: “liberación” de casetas de cobro, tomas de alcaldías y bloqueos carreteros se suceden día tras día. Y no solamente los profesores participan: normalistas y universitarios hacen paros y brigadeos, y padres de familia cierran calles y toman intermitentemente las escuelas.

Los maestros opositores ganaron “un movimiento nacional que no existía antes de la reforma. No es un triunfo menor, pues se fortifica la resistencia en general. La ley dio un empuje que la CNTE aprovechó muy bien y la cuestión es si podrá recoger los frutos, mantener y profundizar la resistencia”, lanza el académico.

Enrique Ávila confía en que, “por muy oficialistas que sean los profesores, ya se dieron cuenta de que en seis meses, se perdieron las conquista laborales logradas en 70 años”. Lo que sigue en la ruta gubernamental, indica, es reducir prestaciones como el aguinaldo y las vacaciones. “Recordemos que el gobierno mexicano tiene un pacto con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para reducir en 50 por ciento los gastos en salarios”.

Acción magisterial, reacción oficial

Las medidas de las autoridades contra los profesores que protestan ya comenzaron. En Zacatecas, más de 200 profesores fueron cesados por acudir a la marcha del 2 de octubre; en lugares donde las autoridades no se atreven todavía a despedir docentes, llegan descuentos de más del doble de lo que gana al día cada trabajador de la educación.

El golpeteo a la resistencia magisterial, vaticina Ávila, se dará contra la parte más débil, “los contingente emergentes. Hay lugares, como Colima, que era priista, donde la insurgencia está desorganizada seriamente, como cuando sales de la casa de tu mamá y no sabes ni calentarte el agua”.

Los despidos no tienen que ver solamente con la asistencia a las marchas y protestas. A profesores que no se titularon ya les están llegando avisos de que pasen por su liquidación, informa el normalista. Ávila marca que hay decenas de miles de maestros en esta situación –profesores rurales que fueron habilitados como tales después de terminar su primaria y otros que dejaron la carrera universitaria trunca o sin titularse.

Los maestros disidentes tienen de su lado “la tradición de lucha y el apoyo de grandes sectores del pueblo”, valora Ávila, quien recientemente impartió una plática sobre la reforma educativa en una colonia popular del Distrito Federal. “Llegaron más de 300 personas, todas muy interesadas, porque ya están llegando los cobros de internet, predial y agua de las escuelas, que con la reforma son parte de la ‘autogestión’ de cada plantel”, relata el ex preso político.

Aboites precisa que comenzaron los estudiantes universitarios a unirse a la protestas contra la reforma y siguieron por los padres de familia, sectores supuestamente afectados por las movilizaciones. “Se trata de segmentos de la población desencantados ya con las políticas del gobierno. Falta ver quién se suma, ya no sólo de este ámbito, sino de otros como el energético”.

En planteles de Veracruz, Chiapas y el Distrito Federal, padres de familia se unen a las protestas contra la reforma. Trascendió en medios de comunicación que en Veracruz, las autoridades se niegan a arreglar la barda de una escuela primaria con el argumento de que ya corresponde al plantel y a los padres solucionarlo. “En Xochimilco ya hubo casos donde le cobran todo el predial a la gente. Ahorita ni es masivo, pero sí lo aplicarán donde esté más débil la resistencia”, indica el normalista.

Los triunfos que el movimiento magisterial ha logrado hasta el momento en negociaciones son “mínimos y administrativos”, como evitar descuentos y despidos, valora Ávila. “Mi esperanza es que el gobierno siga en el error y con su prisa, junte las reformas –especialmente la energética- y se levante un gran frente nacional. Ahí sí puede haber algún éxito”, finaliza.

Publicado el 14 de octubre de 2013

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