Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México. Las luchas sociales de Neza, tanto las surgidas con el municipio como las más recientes –vinculadas al movimiento #YoSoy132- y los espacios culturales, buscan un espacio de articulación y reconocimiento mutuo.

Ciudad Nezahualcóyotl surgió de la solidaridad de las personas. La mayoría de estos esfuerzos de resistencia tienen ese espíritu. Las luchas sociales más antiguas se remontan a los tiempos de dotación de servicios al municipio, relata Rafael Gaona, miembro de la asamblea Nezaes132. Eran organizaciones de colonos, estudiantes y obreros con demandas básicas, como el Movimiento Restaurador de Colonos (MRC), el Frente Popular Independiente de Nezahualcóyotl (FPIN) y la Unión Independiente de Colonias de Nezahualcóyotl (UNICON).

“Sin embargo, aquí jamás se marchaba. Ni siquiera los movimientos corporativos como maestros o ambulantes”, relata Gaona, que agrega que gracias a la juventud del municipio, las organizaciones populares no están “viciadas”, aunque esto trae que tampoco hay experiencia suficiente. Apenas con el nacimiento de #YoSoy132 el joven se enteró de organizaciones como Cecos.

Jonathan Ruiz, joven poeta y también integrante de Nezaes132, explica que buena parte de los esfuerzos organizativos del municipio tienen que ver con el ámbito cultural. Él pertenece a Poetas en Construcción, un grupo de literatos críticos que se conocieron en el espacio contracultural El Chopo y comenzaron a trabajar un taller que inició formalmente el 16 de agosto de 1991.

“El 132 ha sido importante en la medida en que se conjugaron factores. Somos una linda casualidad”, reflexiona Gaona. “En este trayecto hemos conocido otros esfuerzos organizativos con distintos niveles y tendencias y creo que podemos arribar a una buena convergencia municipal. Ese ambiente, sin dura, lo creó el 132”.

Para Carlos Sampedro, también integrante del #YoSoy132,  el movimiento estudiantil hizo que ya no se aceptara la costumbre inmovilizadora y se vincularon resistencias que ya estaban acostumbradas a no unirse. Además, se alzó la voz cuando se estaba acostumbrado a aceptar la realidad impuesta.

El  31  de mayo, diversos colectivos y movimientos culturales se dieron  cita en  Ciudad   Nezahualcóyotl, Estado de México, en el marco del   Festival Político Cultural por la Paz y la Dignidad Humana.

Viejas resistencias de Neza se volvieron a ver las caras. Entre ellas estuvieron el Centro Educativo Cultural de Organización Social (Cecos), la Peña del Son, Mano Izquierda, Talleres Comunitarios Neza y la Asamblea de Usuarios de la Energía Eléctrica. Algunos de los asistentes calificaron esta situación como algo memorable.

Ensayo del Pacto por México

Enrique Peña Nieto perdió las elecciones en Ciudad Nezahualcóyotl. Como parte de este efecto, la administración pasó a manos del perredismo. Sin embargo, con apenas seis meses, la administración se gastó ya más de 12 millones de pesos en el aniversario del municipio.  “Eso tiene su efecto negativo en la movilización y en la organización. Adormece conciencias y corporativiza. (Los perredistas) mezclan su supuesta etiqueta de izquierda con el estilo de trabajo del priismo”, evalúa Gaona.

Las elecciones fueron impugandas por el PRI. En ese entonces, en algunas paredes del municipio se leía: “Neza no se negocia”.

Finalmente,  de acuerdo con Gaona, se negoció para que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) pudiera ejercer. Para que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aceptara la derrota, se acordó respetar todas las estructuras y organización corporativa. Gran parte de la plantilla municipal sigue siendo priista, advierte el joven.

Juan Zepeda, actual edil, avisó desde septiembre del 2012, antes de ocupar  el cargo, que solicitaría al gobernador Eruviel Ávila la entrada   del ejército. El seis de mayo de 2013 se dio una exposición de fotografías sobre el tema. En el cartel decía: “Ven y conoce la historia de nuestro glorioso ejército”.

Para Carlos Sampedro Zepeda, la política del miedo arribó al municipio, y no sólo por la militarización. “Zepeda y su administración demuestran mucho miedo. Le temen a enfrentar la corrupción en la que están inmiscuidos ellos mismos; le temen a los priistas, al grado de obedecer sus designios chantajistas, y a los ciudadanos no nos toman en cuenta”.

Pero detalla que el mayor temor de la administración perredista es que los ciudadanos asuman su papel como constructores de alternativas para resolver los problemas sociales en el municipio.

Los retos y las perspectivas 

Para Gaona, la lucha en Neza resiste con demandas inmediatas o particulares aunque necesarias, con espacios comunitarios que han perdido su vinculación y trabajo coordinado con otros; se resiste de manera espontánea y en ocasiones se pierde continuidad en el trabajo. “La meta es la construcción de un movimiento más amplio en donde tengan cabida las distintas luchas y una estructura de coordinación entre los espacios, colectivos y organizaciones para construir otra realidad posible”.

Gaona señala que la paz que buscan la ven “como una actitud permanente. No creemos que la paz se oponga como palabra solamente a la guerra o a la violencia. La paz es un estado humano necesario, no tenemos paz porque no tenemos trabajo, no tenemos seguridad”.

Sampedro señala que las resistencias de Neza son muy legítimas y ejemplares, pero que se necesita avanzar más en la construcción. Los luchadores sociales decidieron hacer un festival porque consideran que los acerca más y da pauta a una convivencia sin tantas formalidades que puedan limitar el conocerse mejor.

“El baile”, opina Sampedro, “es una expresión liberadora de por sí, especialmente si se usa para rescatar el significado de palabras como paz y dignidad”.  Y agrega que los movimientos en Neza tienen en común  la búsqueda de dignidad mediante el trabajo, la salud, alimentación y calidad de vida, acceso al arte y la cultura y a una educación pública y gratuita.

Publicado el 10 de junio de 2013.