¡Sigamos echando lumbre!: YoSoy132 Bay Area

#YoSoy132 Bay Area

San Francisco, Cal. Un año ha transcurrido ya, e indudablemente el caminar del #YoSoy 132 Bay Area nos ha dejado fructiferas e importantes experiencias.  Nadie se imaginaba que la asamblea seguiría activa en este vecino país del imperio; sobre todo ante el repliegue de los #YoSoy132 en Mexico, despues de la toma de posesion del Enrique Peña Nieto y del regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Una vez convocado por activistas, algunos con años de trayectoria,  y después de varias reuniones se forma la primera asamblea del #YoSoy132 Área de la Bahía, en Junio 2012. La composición del grupo era y es heterogénea -la mayoría trabajadores- aunque al principio la juventud estudiantil era más marcada.

El primer reto del grupo fué la organización y discusión política interna, lo que nos daría cohesión para salir a la calle en San Francisco, una ciudad con cierta trayectoria de trabajo político, en la que la comunidad migrante desde los ochentas participaba en las movilizaciones contra la guerra en Centroamérica y contra la intervención militar de Estados Unidos.

Al principio nos sumábamos a las acciones convocadas por la asamblea general del 132,  a veces a destiempo, pero salíamos adelante,  improvisando. Gracias a las redes compartimos información con diferentes asambleas; las de México, Chicago, Los Ángeles, Japón,  Canadá -todas y cada una con su propia dinámica, pero con el mismo interés y solidaridad con nuestro pueblo. Logramos formar lazos reales con las asambleas en México manteniendo nuestra autonomía. Y así queremos seguir.

El apoyo de la comunidad, no sólo latina, se hizo sentir de inmediato, y hasta trabajadores blancos y estudiantes chicanos se sumaron a las protestas. Poco a poco el #YoSoy132 Área de la Bahía inició sus propias acciones. Así surgimos y crecimos, aprendiendo de todos y del propio trabajo. Avanzamos, retrocedemos pero seguimos en la raya.

El apoyo hacia el el grupo de parte de la radio, de artistas -cantantes, músicos, artistas visuales- ha sido de vital importancia para el movimiento. También ha sido genial que compas expertos en ciertas actividades -en video, un DJ,  artistas, en música, un grabadista– nos facilite llegar a la gente y organizar eventos con arte,  serigrafia, cuadros y camisetas que la gente adquire con donaciones.

En el camino logramos la forma de financiar el movimiento, y aunque casi siempre ponemos de nuestra bolsa, también contamos con la solidaridad de simpatizantes.  De esta manera adquirimos material como megáfonos, volantes, mantas.  Un proyector no solo nos permite una presencia más constante, sino transmitir información de lo que realmente está pasando en México, con la finalidad de despertar conciencias, de unirnos como comunidad. Es un contínuo esfuerzo y no es fácil.

El primer fruto de 132 Bay Area fue una masiva marcha previa a las elecciones,  que constató nuestra capacidad de convocatoria. Otras actividades en fechas importantes como  el 2 de Octubre, el dia de los muertos, el aniversario de la Revolucion; muestra grafica de mujeres “Llegaron las mexicanas”, para informar sobre la situacion de Mexico y con el fin de organizar la marcha del primero de diciembre contra la inminente imposicion. Generalmente continuamos con una presencia en la comunidad latina trayendo informacion con videos, tendederos y arte.

En estos momentos tenemos varios retos: entender las diferentes y complejas realidades; crear conciencia en torno a los planes derechistas del gobierno con las contra-reformas que aplastan los derechos constitucionales; y también tener la capacidad de organizar.

Por ejemplo, para quienes viven en Europa es fácil decir “no más violencia”, pero ¿cómo le hace la gente de Tijuana o Tamaulipas que vive la violencia a flor de piel cotidianamente? En Estados Unidos hay una población mexicana migrante que no creen en el PRI ni en el PAN; viven con la incertidumbre de este sistema y ven con simpatía el incipiente movimiento democrático en México; desde lejos saben que sus familias sufren la violencia, la corrupción y los ataques del gobierno espurio de Peña Nieto.

Acá los mexicanos migrantes enfrentamos diferentes problemas, empezando con el desdén del gobierno de México, a los que suma la situación de vulnerabilidad de miles de migrantes sin documentos, convirtiéndose en un doble sufrimiento. Y el gobierno mexicano tiene gran responsabilidad también.

El movimiento político nos pisaba los talones: no podíamos seguir con la demanda única de «No a la Imposición»; sino enarbolar las que representan las necesidades y demandas de los migrantes -voto en el extranjero,  alto a las deportaciones y a la separación de familias, reforma justa y amplia para migrantes-, entre otras.

Simultáneamente seguíamos trabajando en la solidaridad hacia México, difundiendo las luchas por la justicia, por la libertad de expresión, por la democracia; creando alianzas con organizaciones y promoviendo nuevas acciones

Tenemos grandes oportunidades y desafíos. Hay que mejorar el nivel organizativo y minimizar la improvisación; hemos enriquecido nuestro aprendizaje con las experiencias de los recientes  movimientos como el de los migrantes,  ‘las Ocupas’,  los ‘dreamers’ estudiantes, el movimiento contra la guerra,  las luchas en Centro América y en los países árabes.

A partir de este movimiento hay compañeros que identifican un crecimiento auténtico personal. Aprendieron a ser más fuertes, más consientes, y a entender que hay mucho trabajo y que  la lucha sigue mientras avanzamos sembrando a pasos -o a  tropezones- y debemos  seguir luchando y resistiendo con optimismo.

A la primavera mexicana y al YoSoy132 Área de la Bahía, como a un árbol en otoño, se le empezaron a caer las hojas; la mayoría de quienes comenzaron la asamblea se fueron, aunque algunos continúan apoyando y se hacen presentes en las actividades públicas. Nuevas hojas y frutos va dando el árbol; hombres y mujeres jóvenes en su  mayoría, se integran, trabajan con un mismo objetivo, obtienen liderazgo en la asamblea. Son honestos, entusiastas  con energía nueva. Tienen sabor de fruta tierna. Nos dicen: ¡sigamos echando lumbre!!

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