La Montaña de Guerrero contra la imposición de la Reserva de la Biósfera

Texto y fotos: Sergio Ferrer

Guerrero, México. El aire golpea en Huehuetepec comunidad me´phaa en la que, al igual que en la vecina Mixtecapa de los na savi, se tejen sombreros de palma que se venderán a dos pesos con 50 centavos. Aquí se realizó el 9 de marzo el Sexto Foro Contra el Proyecto de Reserva de la Biosfera y Contra la Minería en La Montaña, donde las comunidades compartieron información y expresaron su rechazo al robo y explotación de los recursos naturales que estas comunidades han mantenido por cientos de años.

Comisariados de Bienes Comunales o Ejidales de Malinaltepec, Mixtecapa, Santa Cruz, San Miguel el Progreso, San José Vistahermosa, Huehuetepec y Cochoapa el Grande, reflexionaron sobre las concesiones mineras existentes en La Montaña de Guerrero, dos de las cuales son de  grandes dimensiones: Corazón de Tinieblas, que tiene una extensión de 50 mil hectáreas,  y la Zitlaltepec, con  15 mil hectáreas otorgadas a la empresa Camsim.

Mientras que en comunidades como Malinaltepec, Ojo de Agua, Mixtecapa, La Ciénega la lucha contra las mineras comenzó desde octubre, existe otra realidad en municipios como Cochoapa el Grande.

Celerino Tiburcio Ramón, comisariado de Bienes Comunales de Cochoapa, llegó por primera ocasión  a un foro, y en entrevista reconoció que llegó por “el proyecto de biodiversidad” denominado oficialmente “proceso de promoción y organización para la conservación de la biodiversidad y el manejo sustentable de los recursos naturales de la región de La Montaña de Guerrero”. Aunque el comisariado señaló que sólo le indicaron que se trata de un proyecto de biodiversidad y de maíz por bosque y para establecer brechas corta fuego, el Convenio Semaren/DGRN/ANO/2012 es más específico.

El convenio indica que no es necesario el apoyo de un técnico o especialista para el manejo de recursos (888 mil 960 pesos y 1 millón 600 mil en total para otros 4 municipios) sí remarca que Semaren tendrá facultad de vigilar y supervisar en todo momento, como parte del programa Guerrero Verde.

Un docente alertó al comisariado que hay gente insistiendo con el tema de la reserva de la Biósfera en comunidades como Yosondacua, haciéndose pasar por personal de la UIEG, que trabajaban con el ex rector,  por lo que le sugirió “que la gente se fije que es lo que está firmando porque hay quienes son ventajosos”.

En el foro, se leyó una nota publicada por el periódico El Sur, en la que Toledo Manzur ratifica su intento por establecer una Reserva de la Biósfera en La Montaña. Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan,  afirmó al respecto que la Reserva de la Biósfera no contempla la dimensión de lo sagrado de las tierras. Aseguró que la reiteración de Toledo “es una necedad de implantar de diversas maneras la expropiación de las tierras y los recursos naturales para su explotación, sin que los pueblos hayan sido consultados ni se haya hecho análisis ni explicado en la lengua materna”.

“Esta es una estrategia del gobierno para ofrecer los recursos naturales a las empresas,  apoyados con las nuevas reformas para enquistar un modelo  de explotación empresarial de los recursos naturales de los pueblos indígenas. Serán lugares donde no podrán entrar los que antes fueron habitantes o cuidadores de los cerros sagrados, sino sólo investigadores  o grandes científicos que se roben las plantas medicinales para las farmacéuticas, teniendo una policía ecológica que resguarde sus intereses”, explicó el antropólogo originario de Tlapa.

Barrera insistió en que aunque hay comunidades que han rechazado la presencia minera, hay otras que no se definen o no han tenido la información. Y hay casos también, como por ejemplo Paraje Montero, que aceptó  labores de exploración por cinco años.

Por su parte, María Luisa, del Centro de Estudios Ecuménicos, lamentó la situación en la que se encuentra la población mexicana y mundial frente a la Economía Verde  “que todo lo quiere privatizar, los recursos naturales, el agua, el aire los minerales, lo que se pueda”, lamentó.

México es considerado un país con megadiversidad biológica. Su riqueza y diversidad ocupan el cuarto lugar mundial de número de especies de plantas. Posee el 10 por ciento del total de especies conocidas en el mundo. A su vez, Guerrero ocupa el cuarto lugar a nivel nacional.

Proyectos mineros, eólicos, hidráulicos, entre otros, están acabando con la tierra sin que mucha población de los pueblos o ciudades esté tomando conciencia de que si no se frena acabarán con el territorio, señaló la investigadora, por lo que abogó por la organización comunitaria.

Un profesor de la Universidad del Sur (Unisur) informó a la asamblea que en Santa Cruz del Rincón existen acuerdos por treinta años, durante los que en la mitad de su área comunal está prohibido aprovechar los recursos forestales, la presencia de cafetales, potreros, cultivos de montaña, etcétera, que conforman una serie de limitantes muy similares a las que pone una Reserva de la Biósfera.

También, adelantó que los cambios en 2009 a Ley del Equilibro Ecológico se destaca la expropiación de tierras en función del interés público.

Agapito Morán, comisariado de San Miguel el Progreso, acusó que se les continúa golpeando a los indígenas que se oponen a la minería. Señaló que existen 18 proyectos federales que atentan contra los mexicanos, como la reforma del ISSSTE, la laboral, la educativa, entre otros. Afirmó que los embates contra los pueblos originarios se dan con el robo de sus recursos naturales o con programas como el Programa de Certificación Ejidal (Procede) que pretenden eliminar la figura del comisariado de bienes comunales “cuando así entendemos la vida y el respeto a  la madre naturaleza que nos da de comer”.

En su turno, el padre Melitón Santillán recordó que Xochiatenco rechazó un proyecto turístico de 4 millones de pesos, porque descubrieron que en el fondo estos programas “son un disfraz de despojo”, y lamentó que ex estudiantes de la UIEG  estén promoviendo el ecoturismo, solicitando revisar el plan de estudios de esa carrera.

Apolonio Cruz Rosas, secretario del Comité en Defensa del Territorio y contra la Reserva de la Biósfera, señaló en entrevista que la asamblea “lleva su camino concreto y uno de sus puntos a tratar es la Reserva de la Biósfera, que nació cuando el ex rector de la UIEG, a espaldas de los representantes de bienes comunales de seis municipios, firmó el convenio. El problema llegó a la universidad pero no fue contra ésta, sino contra el rector.  Ahora, dijo, “estamos contra la Reserva de la Biósfera y la minera, porque tenemos bosques verdes, porque de manera natural hemos sabido protegerlos, y mientras que el gobierno vende nosotros cuidamos…Atrás están las minas y así se ve, no informaron, no se le dijo a la gente, se han negado apoyos y ahora para la Reserva si están muy prestos. Es la inquietud, hay pueblos de seis municipios de La Montaña que se declaran en contra de la Reserva de la Biosfera”.

“Nosotros –sentenció- no estamos dispuestos a ceder nuestros derechos comunales o ejidales. Será cuando la gente lo consienta, así no, a la mala no”.

Publicado el 18 de marzo de 2013

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