En clave femenina: la política que se hace cantando

Laura Mora Cabello de Alba

Integrantes de Entredos

Madrid, España. Hace nueve años, en Madrid, nació el “Coro de Mujeres Entredós” (1). Al principio, una veintena de mujeres con ganas de cantar nos unimos gracias a la invitación de Catalina Rivada, nuestra directora. Su propuesta no era habitual, pues no hubo selección en función de la calidad de las voces, ni una eventual formación musical de nuestros hermosos cuerpos. Y así fue, como un milagro.

Somos muchas (casi cuarenta), y muy diversas: de distintas edades, modos de ser, aficiones, trabajos, familias, países. Algunas ni siquiera sabemos lo que es una clave de sol, pero el aprendizaje y nuestro deseo nos han enseñado que todas somos capaces, que todas podemos cantar y que juntas podemos conmover(nos) cantando. Y ya tenemos tres discos y muchos conciertos, causas comprometidas y viajes en la maleta de la experiencia.

El orden dominante –capitalista y patriarcal– reniega de la vida educando a las mujeres en la negación de sí mismas. Por eso estamos unidas en el cantar con sentido de nuestra propia construcción como mujeres, pero también sentido político al hacer mundo cantando. Pero, ¿cómo se construye una mujer cantando? Y, ¿qué significa hacer mundo?

Nos construimos como mujeres a través del placer de aprender unas de otras; de reencontrarnos en la música y en el espectáculo. La reafirmación permanente del amor como brújula, y de la conciencia que ofrece el hacer política siendo mujeres y no a pesar de serlo. Cualquier mujer sabe que el deseo mueve montañas y nuestro cantar genera tanto que, a veces, somos incapaces de llevarlo a cabo inmediatamente. Por eso hemos aprendido también a reposar y tener paciencia. Hacer mundo significa ser conscientes de la fuerza transformadora que tiene el canto para revelar la belleza, para rebelar a los cuerpos, para reivindicar la verdad, para remover las tripas y las razones, para despertar el placer por lo colectivo. Se trata de una política que se produce y se reproduce; que se inventa y que aprende de nuestras madres, de la madre tierra, de nuestras maestras y maestros. Una política que así resiste a la barbarie del falso orden de la violencia y avanza en la conservación y construcción del verdadero orden de la vida.

En estos años hemos disfrutado del mundo con nuestras canciones. Hemos cantado y bailado en macedonio, en zulú, en creole de Haití, en mapuche, en portugués de Brasil, en búlgaro. Hemos dicho “mujer” y “tierra” en muchas de esas lenguas y de muchas maneras. Hemos evocado la vida y la muerte; el amor, la enfermedad, la resistencia, la risa (mucha risa). Y nos hemos hecho amigas de otra forma de hacer política: la política del se puede, del compromiso en primera persona y en colectivo, con el placer y con la voz que despierta.

Notas

(1) Entredós es nuestra casa grande, una fundación de mujeres que nace hace diez años en la Librería Mujeres de Madrid. En la lengua corriente, un entredós es un encaje que une dos telas creando algo nuevo. Y así ocurre cuando nos unimos las mujeres en relaciones de confianza y placer político.

Publicado el 21 de mayo 2012

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