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México, territorio minado
Francisco López Bárcenas, teórico y asesor en derecho indígena, comparte con Desinformémonos sus reflexiones en torno al tema de la minería en México, el cual, dice, no es sólo un problema local que interese únicamente a las personas, localidades y pueblos directamente afectados.
López Bárcenas recuerda que la minería a cielo abierto, además de sus atroces e irreversibles efectos de contaminación ambiental que afectan la calidad de vida de las personas, implica una cuestión que pone en disputa los recursos naturales, es decir, defenderlos de su privatización y del despojo que implica hacia los países.
Dada la ubicación de las minas, las poblaciones afectadas en su mayoría son pueblos indígenas. Estos pueblos cuentan con mecanismos de participación y consulta consagrados en convenios como el 169 de la OIT. López Bárcenas explica cuáles son y cómo funcionan.
Las mineras, en su grandísima mayoría de capitales transnacionales, además de la devastación ambiental, son irresponsables porque suelen rentar la tierra que explotan. Las rentas que pagan, aunque son bajas, superan los ingresos de producción agrícola, creando un espejismo que a largo plazo se revela nocivo. Una vez terminado el contrato, la tierra es devuelta infértil, contaminada, devastada.
En México hay pueblos indígenas que por su movilización han alcanzado una notoriedad, sin embargo, hay otros pueblos que resisten y que no han sido aún visibilizados. La opción que tienen todas las comunidades afectadas es unirse para contrarrestar la hegemonía transnacional de las mineras, las cuales gozan del apoyo de los Estados.
Publicado el 05 de Marzo de 2012
