Georgia: Los sueños de las nuevas generaciones

Oleg Yasinsky Traducción: Alexandra Balakireva

Georgia

Georgia. Georgia es un país de 4 millones y medio de habitantes, ubicado en la frontera oriental de Europa, que se independizó de la Unión Soviética en 1991. Históricamente es una tierra riquísima por su historia, cultura, diversidad de los pueblos que la habitan y bellos paisajes naturales entre las montañas del Cáucaso y la costa subtropical del Mar Negro, que en la época soviética tenía los mejores balnearios y centros de salud del país.

Desde hace siglos, Georgia ha sido un importante enclave cristiano en el Caúcaso, mayoritariamente musulmán y la principal aliada de Rusia en la región. Durante los tres últimos siglos las culturas rusa y georgiana han sido un ejemplo como hay pocos, de una simpatía, admiración, retroalimentación y respeto mutuo… siendo las dos muy diferentes, igual que dos idiomas que no tienen nada que ver uno con el otro. Los grandes creadores de la cultura rusa siempre han sido no sólo influidos sino enamorados de este país lleno de magia, imaginación y la famosísima hospitalidad georgiana. Varias generaciones de georgianos descubrieron la literatura y cultura mundial a través del idioma ruso, ya que todos eran bilingües y el georgiano lo hablan no más de 5 millones de personas en el mundo.

En el periodo soviético, esta pequeña República se convirtió en un importantísimo centro cultural, el cine, teatro y la literatura georgiana llegaron a ser una parte de la cultura rusa y soviética. Después de “Perestroika” y su separación de la URSS, Georgia entró en un período de una fuerte crisis económica y una serie de conflictos armados con sus propias repúblicas autónomas que contando con el apoyo directo e indirecto del gobierno ruso trataron de lograr sus propias independencias del gobierno central georgiano. Manejada y manipulada por elites políticas y económicas locales y rusas, la población georgiana prácticamente en un par de años llegó a ser una nación dividida étnica y religiosamente, desgarrada por conflictos de todo tipo y sumida en una miseria nunca antes imaginada.

En el 2004 las elecciones presidenciales con un 96 por ciento de apoyo las ganó un joven economista formado en los Estados Unidos de América, el Chicago boy georgiano Mijail Saakashvili, quien inicia en sus país las reformas neoliberales más radicales en toda la ex URSS. Los Estados Unidos le ofrecen a Georgia la ayuda militar y económica con una clara intención de ganar un aliado incondicional, una especie de Israel del Cáucaso. Desde su llegada al poder el nuevo gobierno georgiano desató una fuerte campaña antirrusa, eliminando el idioma ruso de los programas de educación, reemplazándolo por inglés. (Para ser justos, agreguemos, que el gobierno ruso respondió con lo mismo, una histeria antigeorgiana en todos los medios, boicot de todos los productos georgianos, persecución y maltrato de georgianos en Rusia)… Cosas tan ridículas, absurdas y dolorosas entre dos pueblos tan cercanos geográfica, histórica y culturalmente…

Sobre los resultados de esta política educacional ahora dicen en Georgia: “El inglés todavía no lo aprendemos, pero el ruso ya lo olvidamos”. El desempleo oficial ahora es de un 17 por ciento pero muchos expertos afirman que la cifra real es superior a un 60 por ciento.

La política neoliberal del gobierno impuso en el país el código laboral tal vez más flexible del mundo: cualquier trabajador puede ser despedido en cualquier momento sin explicaciones y sin derechos de compensación alguna.

La parte más publicitada de la “reformas georgianas” es la “lucha contra la corrupción” con retenes policiales literalmente transparentes, o sea, construidos de vidrio. La corrupción realmente se disminuyó ya que fue reemplazada por una bestial injusticia social. La suma de 300 dólares al mes en Georgia de considera un excelente sueldo.  Los profesores ganan entre 50 y 70 dólares al mes. El sueldo de un policía común ahora es de 2 mil dólares al mes y de un jefe de retén es de 8 mil dólares. Es como para no creerlo, pero es así.

Este es el contexto que el que se realizan las siguientes entrevistas a Nika Kobuladze, de 26 años, politólogo, economista, marxista y uno de los fundadores del partido Social Demócrata de Georgia; Giorgi, 19 años, estudiante de psicología, trotskista; y a un segundo Giorgi, de 20 años, estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Tbilisi; y a Khatia, de 21 años, licenciada en sociología por la Universidad Estatal de Tbilisi, líder de la organización “laboratorio 1918”.

1. ¿Cómo la juventud georgiana ve el futuro tomando en cuenta las realidades del país? ¿Cuáles son las principales características de esta realidad?

NiKa: Creo que las raíces del despertar de nuestra juventud arrancan en el año 2003, al producirse en Georgia así llamada “Revolución Rosa”, lo que llegó a ser el inicio de las reformas neoliberales más radicales en todo el espacio postsoviético. Esas reformas terminaron de destruir los restos de las instituciones sociales de la URSS y así, en menos de 10 años, a pesar de las altas tasas de crecimiento económico, el país cayó en la pobreza. Con este tipo de experiencia la juventud georgiana empieza a comprender la necesidad y urgencia de luchar por sus derechos o, en caso contrario, no tendremos futuro.

2. ¿Qué cosas preocupan a la juventud georgiana?

Nika: El problema más grave para nosotros es el desempleo. Encontrar un trabajo para un joven o estudiante es una tarea casi imposible. Claro que hay algo de cupos en los bancos o en el sector público, pero es poquísimo, y para trabajar en cualquier organismo público obligatoriamente uno tiene que ser o fingir ser uno de los “mishistas” (es al apodo para los seguidores del presidente georgiano que proviene de su nombre Mikhail (Misha) Saakashvili).

Otro problema grave es la educación. Paso a paso el gobierno va disminuyendo su financiamiento, y esto se agrava con la calidad de la educación que es cada vez más baja… o sea los egresados de las universidades nacionales ya no son competitivos en el mercado laboral.

Giorgi (20 años): Lo que más me afecta es la sensación de mi incompetencia e inutilidad, sentir que mi educación nunca me servirá… y lo único que me ofrece el gobierno son los altísimos precios por este tipo de educación.

Khatia: Para mí el problema está en la falta de la independencia. Mi generación está privada de la posibilidad de ser económicamente independiente por no poder encontrar un trabajo.

3. ¿Cuáles son los desafíos más urgentes de la juventud de hoy?

Nika: Creo que sería importante y urgente lograr que el estado mantenga los montos de becas para los estudiantes, que están bajando cada año, y exigir el aumento de la calidad de educación.

Giorgi (19 años): Lo principal para la juventud en estos momentos es la unión para la lucha contra las instituciones represivas del gobierno, que por todos los medios tratan de aplastarnos… nos están destruyendo cultural, económica y jurídicamente.

4. ¿Cuáles son sus sueños? ¿Por qué lucha?

Nika: Mis compañeros y yo soñamos con un estado orientado hacia lo social, en vez de vivir en un país neoliberal donde el 1 por ciento de la población vive con todos los lujos del mundo, mientras el resto trata de sobrevivir, construir una sociedad donde los derechos y dignidad de cada uno de nosotros serán respetados. Luchamos por un futuro social-democrático de modelo europeo para Georgia. También exigimos una educación gratis y para todos.

Giorgi (19 años): Soñamos con un futuro sin injusticias sociales, sin explotación, sin burocracia, lo que será posible solo mediante profundos cambios sociales.

Giorgi (20 años) Pensando en estas preguntas se me ocurren las imágenes de Paris del 1968, cuando la juventud salió a las calles para rechazar el consumismo de las generaciones anteriores y exigir un futuro diferente, social, para todos, sin egoísmos ni soledades.

5. ¿Qué rol en está lucha ocupan las tecnologías modernas? ¿Están ocupando las redes sociales?

Nika: Podemos hablar de una mini revolución en Facebook, me refiero a que casi todas las marchas y protestas nuestras fueron organizadas mediante las redes sociales.

6. ¿Cuáles son los principios y valores de la juventud que se considera de izquierda? ¿Qué significa ser de izquierda hoy?

Nika: Cuando en el año 2006 me convertí en una persona de izquierda en Georgia, me decían que estaba loco, que era traidor o espía ruso. Ahora la situación cambió radicalmente. Aparte de socialistas aparecen comunistas, anarquistas, feministas, ecologistas y otro tipo de gente de izquierda. Entendemos que nuestra lucha nos garantiza el desempleo casi asegurado y otros problemas… y sin embargo, nos sentimos felices porque luchamos por una causa justa, por un futuro para todos.

8. El trabajo, la salud, la educación… ¿qué pasa con todo esto en la Georgia actual?

Nika: Aparte de lo que hemos conversado sobre la educación y el desempleo… En la salud pública también tenemos problemas que son graves. En los últimos años de reformas neoliberales este sector se privatizó por completo. En muchos casos la gente que se enferma necesita para sobrevivir vender sus casas o departamentos ya que no quedan otras alternativas. Hay seguros médicos privados, pero esto funciona no más que para un 20 por ciento de la población.

9. ¿En el ambiente de la juventud georgiana existe la discriminación de género?

Nika: En general somos un país bastante conservador y patriarcal y una cierta discriminación claro que existe. Pero lo interesante es que los primeros  dirigentes de este movimiento de la juventud de izquierda fueron nuestras chicas, fueron ellas quienes empezaron y nosotros en la primera etapa sólo les estábamos ayudando, así que entre la juventud de izquierda esta discriminación no existe.

10. ¿Cómo el poder lucha contra sus organizaciones?

Nika: Al principio nos enfrentábamos con la violencia física, brutal por parte de los grupos juveniles pro gobierno, grupos de choque, tipo paramilitar… pero después de una serie de protestas y escándalos en la prensa internacional, las agresiones físicas se acabaron. Ahora su herramienta principal es el silencio… como si aquí no pasara nada, como si no existiéramos…  Y otra cosa: cuando luchas contra el gobierno, te resulta prácticamente imposible encontrar un trabajo.

11. ¿Dónde buscan ustedes la inspiración y la fuerza para su lucha?

Nika: En varias fuentes. Por ejemplo, en algunas películas y libros. Con un compañero organizamos seminarios y charlas en torno a trabajos de Marcuse, Fromm, o sea neomarxistas y los clásicos del socialismo. También nos interesan los pensadores actuales de la izquierda rusa, como, por ejemplo, Tarasov y Kagarlitsky. La mayoría de nuestros compañeros se consideran marxistas o anarquistas, eso ya es como una tradición histórica georgiana. Tenemos algunos blogs y páginas web de izquierda donde publicamos materiales de todo el mundo traducidos y de nuestros autores georgianos.

12. ¿Qué piensas del rol de los partidos políticos en esta lucha?

Nika: Cuando te hablan en Georgia de los partidos, casi con seguridad se trata de corporaciones para vender y comprar los votos electorales. O tal vez de grupos nacionalistas o ultra religiosos reaccionarios y obscurantistas. Existe solamente un partido – el de social-demócratas de Georgia. Es un pequeño partido joven, con sus integrantes ya muchos años trabajamos juntos y tenemos una buena relación. Pero lamentablemente este partido tiene muy poca influencia y los mismos problemas que nosotros.

13. ¿Cuál es el principal obstáculo para el desarrollo de su movimiento en Georgia?

Nika: Son problemas varios, empezando con las de nuestra propia capacidad de organización y terminando con falta de participantes. Pero estamos conscientes de que nuestra lucha recién empieza y estoy convencido de que vale la pena y sé que el tiempo juega a nuestro favor. Hace 5 años no contábamos más que con unas 3-5 personas que se definían de izquierda, y ahora ya existen varias pequeñas organizaciones, con militantes social-demócratas, anarquistas, marxistas, feministas, independientes de izquierda, etcétera. Tratamos de organizarnos, de encontrar compañeros en todo el mundo, entendemos que sólo así tenemos posibilidades de avanzar en nuestra lucha.

14. ¿Qué sabes y qué piensas de otros jovenes en otros países… por ejemplo, en América Latina?

Nika: Lamentablemente sabemos muy poco. Pero estamos al tanto de las marchas de los estudiantes chilenos. Nos inspira ver como la representante de este movimiento, la joven y bella Camila Vallejo pone en jaque el hasta hace poco tan poderoso modelo neoliberal chileno. Y viendo como la juventud chilena sale a las calles, pensamos que este podría ser el futuro que nos espera en los próximos años.

Quiero decir que apreciamos la lucha de nuestros compañeros latinoamericanos y queremos que sepan que en Europa existe un pequeño país donde también hay jóvenes de izquierda que, igual que ustedes, tratan de luchar por un futuro diferente. Porque a pesar de todo siempre vale la pena.

Publicado el 01 de Diciembre de 2011

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